"Bitcoin es más grande que cualquier gobierno", celebra el empresario Larry Fink, CEO de la megasociedad de inversión internacional BlackRock y embajador de las monedas "transfronterizas", divisas desatadas de los Estados Nación y que, por tanto, podrían funcionar como una forma de ahorro bajo el colchón y, por qué no, de tipo de cambio en el bolsillo para el comercio cotidiano. El principal atributo detrás del nuevo "billete" es su independencia de la inflación por emisión monetaria: "Es una excelente reserva de valor".

"Puede ser un activo transfronterizo. Si estás en un país donde tenés miedo de tu gobierno, miedo por tu futuro, o miedo de que el gobierno devalúe tu moneda con déficit", sintetiza Fink en la cadena FOX estadounidense. Habla del reconocido BitCoin, pero su planteo se puede traspolar a cualquier otra moneda virtual o incluso física independiente tanto de organismos públicos como privados que determinan su valor exclusivamente a través de mecanismos de oferta y demanda.

Por el momento, las divisas "cripto" ofician como una forma de ahorro y potencial inversión frente a las monedas tradicionales, amén del riesgo que presentan debido a su naturaleza volátil. El BitCoin es una divisa descentralizada que opera de modo peer-to-peer ("par a par"), "lo que significa que todas las transacciones ocurren directamente entre los participantes, iguales e independientes, sin la necesidad de que ningún intermediario les dé permiso o facilite las operaciones", explica el sitio CoinMarketCap.

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Estas características la convierten en una eventual moneda transfronteriza, capaz de conectar a compradores y vendedores de cualquier parte del mundo. De allí algunas de sus principales ventajas como su libertad de cualquier organismo que pueda mediar en el comercio y su existencia por fuera de la emisión estatal. Como comenta Fink, "es una base contable, pero es una base contable internacional, transfronteriza. Es más grande que cualquier gobierno. Es una gran reserva a largo plazo".

"Pero todavía no se puede comprar una porción de pizza con eso. ¿No es raro?", cuestiona a continuación el periodista de FOX durante la entrevista. Tiene un punto: pese a que las monedas transfronterizas pueden actuar efectivamente como una forma de ahorro "bajo el colchón", su principal desventaja aparece de inmediato al analizar sus posibilidades de uso en la economía cotidiana, marcadas por la reglamentación que rige en la mayoría de los países que, en líneas generales, solo autorizan el curso legal de la divisa oficial.

El peso argentino ha sido notablemente inflacionario durante los últimos años, pero se puede usar para comprar porciones de pizza. El BitCoin, en cambio, que hoy cotiza a algo más de 63 mil dólares por unidad y está afianzado como la "cripto" más potente e importante del mundo, no sirve para pagar la cena en ninguna pizzería de la Argentina. Fink replica: "Tampoco se puede comprar una porción de pizza con oro. Pero la gente puede comprar y vender tu BitCoin, no es diferente al oro".

En este punto, el planteo del representante de BlackRock opera a futuro. Propone una "tokenización": el establecimiento de monedas virtuales, transfronterizas, desatadas de cualquier Estado y, además, con aval internacional. Algo así ya sucede en El Salvador, el primer país del mundo donde el BitCoin es de curso legal, por decisión del gobierno de Nayib Bukele. Desde la Casa Rosada, el presidente Javier Milei también dio un paso en ese sentido recientemente: en la derogación de la "Ley de Alquileres" incluyó la posibilidad de cerrar contratos en cualquier tipo de moneda -e incluso "no moneda"- siempre y cuando las dos partes lo acepten.

Así lo explica Fink en otra entrevista: "Creemos que el siguiente paso para adelante es la tokenización de los activos financieros. Y eso significa que todas las acciones, todos los vínculos tienen su propio sorbo, básicamente. Estará en un libro gigante. Cada inversor, tú y yo, tendremos nuestro propio número, nuestra propia identificación. Podríamos deshacernos de todos los problemas alrededor, cuestiones ilegales, al tener una tokenización. Pero lo más importante es que podemos personalizar la estrategia a través de la tokenización; tendríamos acuerdos individuales, todo sería inmediato. Creemos que es una transformación tecnológica para activos financieros".