En un hecho inaudito de la política argentina, la ciudad de Resistencia fue noticia esta tarde por la particular estrategia del concejal Ángel Sánchez para impedir que la Policía desaloje una marcha en las afueras de la Legislatura de la capital chaqueña: en medio de la protesta, el dirigente se trepó a un patrullero y comenzó a golpear el techo del vehículo con el fin de que los agentes detengan su accionar; sin embargo, solo logró quedar detenido por "resistencia y atentado contra la autoridad y daño a bienes del Estado".

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Todo comenzó al término de una sesión del Concejo Deliberante de Resistencia, donde el edil representa a la Corriente de Expresión Renovada (CER). La jornada, parte del debate por el crédito solicitado al gobierno municipal para la compra de camiones y recolectores, derivó en episodios de tensión en el ingreso al edificio, donde un grupo de trabajadores se convocó para cortar la circulación del tránsito y colocar carteles en pedido del pase a planta permanente.

En ese marco, los efectivos policiales allí presentes procedieron a dispersar a los manifestantes en un momento que coincidió con la salida de los concejales. Entonces apareció Sánchez y, en respaldo de la protesta, se subió al techo del patrullero estacionado en la escena y empezó a golpearlo y patearlo para desalentar la acción de las fuerzas de seguridad; que, al mismo tiempo, se treparon al vehículo para evitar los destrozos. La insólita secuencia fue filmada por los propios transeúntes.

Finalmente, los agentes lograron reducir al dirigente del CER, tras lo que quedó detenido acusado de la presunta comisión de los delitos de "resistencia y atentado contra la autoridad, daño a bienes del Estado y lesiones ocasionadas al personal policial". Las imágenes del hecho no tardaron en viralizarse y dar la vuelta desde Resistencia a toda la Argentina a través de las redes sociales, donde provocaron risa, estupor e indignación en partes iguales.