A 48 horas de las elecciones, los argentinos transitan en medio de la incertidumbre. El combo incluye un dólar superando los $1.000, inflación de más del 100% y una rara sensación de que el lunes puede pasar algo apocalíptico.

Por esa misma razón, todo aquel que tenga un peso de sobra y que no le alcanza, no puede, o decide no comprar dólares, se encolumna en los supermercados mayoristas, minoristas, carnicerías y comercios para stockearse con todo lo que sean artículos de primera necesidad por miedo a que los precios vuelen por el aire la próxima semana.