28/04/2025
En Buenos Aires -y en toda la Argentina- no hay kiosco, cafetería o almacén que no tenga su propia selección de alfajores. Este pequeño tesoro de dos tapas suaves rellenas de dulce de leche, bañado en chocolate o espolvoreado con azúcar impalpable, se ha convertido en parte de nuestra vida diaria. Ahora, el mundo también lo reconoce: Taste Atlas lo eligió como la mejor 'galleta' del mundo.
Esta consagración internacional confirma lo que en el país ya sabemos de sobra: el alfajor no es solo una golosina, es un símbolo de la cultura gastronómica argentina.
El alfajor tiene raíces profundas. Su nombre proviene del árabe al-hasú, que significa 'relleno', y su receta llegó a América de la mano de los colonizadores españoles. Sin embargo, fue en Argentina donde encontró su identidad definitiva, adaptándose a los ingredientes locales y al gusto nacional.
Hoy, su diversidad es infinita: alfajores de maicena con coco rallado, de chocolate amargo o blanco, de frutas, de mousse... cada provincia, cada marca y cada casa tiene su versión preferida.
El portal gastronómico elaboró su ranking mundial a partir de miles de opiniones de usuarios y expertos. Al describir al alfajor argentino, resaltaron su combinación de textura desmenuzable con el corazón de dulce de leche y su cobertura irresistible, que puede ser de chocolate o azúcar glas.
En la lista, el alfajor superó a delicias como los Melomakarona griegos, las galletas con chispas de chocolate de Estados Unidos y los famosos Stroopwafels de Países Bajos.
En Buenos Aires, además de los clásicos de kiosco, se vive un verdadero boom del alfajor artesanal y gourmet. Tiendas especializadas como Guapaletas Alfajores, Dulce de Leche & Co o Baires Alfajores proponen versiones premium, algunas rellenas con dulce de leche de campo, chocolate belga o combinaciones innovadoras como maracuyá o frutos secos.
En estos locales, los precios oscilan entre $2.000 y $5.000 por caja de seis unidades, dependiendo del tipo de elaboración y el nivel de calidad.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.