08/05/2025
Entre la discusión por la ficha limpia en el Senado de la Nación y la reaparición de Colapinto en la Fórmula 1, el Gobierno transita días de frenética campaña porteña y surfea las olas de una economía que le da tranquilidad a las cuentas, y hasta cierta inmunidad social en el discurso callejero.
Por
Matías Frati
Son todos temas que atraviesan cualquier mesa de café en las ciudades importantes del país. Algunos con más pasión que otros, debaten acerca de si está bien o mal que la Cámara Alta del Congreso no le haya dado la "derecha" al Presidente Javier Milei con el proyecto que hubiera dejado fuera de la cancha a la ex presidenta Cristina Fernández de cualquier contienda electoral.
Más allá de las
opiniones que se puedan verter sobre el tema, lo cierto es que ahora es
"cosa terminada". Por lo menos en los pliegues palaciegos de la
política nacional. Cristina Fernández puede ser candidata y representar la
expresión de quienes deseen colocarla en un cargo público.
Algo que no va a
pasar con el secretario de Comerio Interior de su gobierno, Guillermo Moreno, a
quien la Justicia le confirmó la condena de no cumplimiento efectivo y la
inhabilitación para ejercer cargos públicos por 6 años. La Cámara de Casación
dejó firme lo que otras instancias ya habían sentenciado.
Porteños a votar
En el medio de
ese desbarajuste de alto vuelo institucional, se produce el último tramo de la
campaña electoral por la elección que tendrá a la Ciudad de Buenos Aires como
primer gran test en la carrera por colonizar los espacios de poder en las
legislaturas provinciales y el Congreso.
Para apalancar la
candidatura oficialista, el Gobierno viene rastrillando los barrios porteños
con funcionarios y referentes de La Libertad Avanza, a modo de respaldar a su
figura estelar -y para algunos armadores del "León"- próximo
candidato a jefe de gobierno de CABA, Manuel Adorni.
No le ha sido
difícil al oficialismo hacer penetrar el discurso con el que Milei ganó las
elecciones, debido a que la sociedad se encuentra en un tránsito de cambio de
aires, yendo desde la centroizquierda hacia la centroderecha política. Sin
embargo, en CABA el peronismo ha puesto un candidato que se encuentra más al
centro de lo común de los últimos años. Leandro Santoro es un referente que
llega de la juventud universitaria radical, con fuerte raíz en el alfonsinismo,
y eso para el paladar capitalino sabe mucho mejor que el estilo patagónico del
kirchnerismo.
Así y todo, la
centroizquierda tradicional de Buenos Aires votaría mirando de reojo otras
opciones, aunque entiende que dividir el voto no le serviría para frenar el
envión de Adorni. Incluso tampoco tiene nadie asegurado el triunfo, más allá de
las encuestas que parecen respaldar al candidato no peronista dentro del frente
justicialismo.
La economía como ancla electoral
No caben dudas de
que lo central pasa por el dólar planchado, aun cuando está la posibilidad de
comprar sin tapujos ni restricciones, a partir de que se levantara el cepo hace
casi un mes y que la divisa norteamericana flota entre las bandas establecidas
por el Banco Central de la República Argentina.
En ese marco de
estabilidad que el dólar luce en los bancos y las agencias o casas de cambio,
también se puede notar un paralelo que se acomodó en el segmento, sin zafarse
del libreto que el ministro Luis Caputo tiene diseñado para la ocasión.
Por eso es que
los precios tienden a mantenerse bastante dóciles también, aun cuando
insinuaron recalentarse durante la primera quincena de abril, justo en las
vísperas de que se tomara la decisión de dejar flotar al billete verde a cambio
de no seguir sacrificando inútilmente las reservas del BCRA.
Hasta ahora, y
aunque es muy prematuro todavía, puede decirse que "la jugada va saliendo
bien". Porque también acompaña el contexto internacional, con un petróleo
en caída que hizo que YPF se diera el lujo de bajar un 4% el precio de los
combustibles. Y eso llevó al resto de las petroleras a acompañar esa decisión,
sabiendo que no hacerlo era seguir perdiendo mercado contra la empresa de
bandera.
Sin embargo, lo
mejor que tuvo esa medida fue que calmó las ansias de aumentos de los
formadores de precios, dado que el combustible es central en la estructura
logística para transportar las mercaderías de una punta a la otra del país.
De mantenerse
esta tendencia, no cabe dudas de que la inflación podría empezar a arrimarse al
deseado 1% mensual que el Gobierno quiere mostrar antes de la jugada electoral
de fondo que se va a producir en octubre.
Colapinto, el aliado táctico en las pistas
Parece un tema
menor pero no lo es. Porque el año pasado, al calor de la euforia de la
participación de Franco Colapinto en la Fórmula 1, el Gobierno logró que las
miradas de la sociedad no estuvieran encima, sino que se desviaran hacia lo que
el piloto hizo en la máxima categoría internacional.
El retorno de
Colapinto a la grilla de partida -ya no con Williams sino con Alpine- relaja a
muchos. ¿Será en ese marco donde la estrategia será apurar algunas cuestiones
de fondo mientras la guardia está más baja que de costumbre? Está por verse.
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