12/05/2025
Desde el transporte público hasta las oficinas modernas, cada día puede ser una prueba de superación. Sin embargo, con apoyo adecuado y comprensión, muchos encuentran maneras de adaptarse y aliviar su fobia.
-Este ascensor está repleto hoy
-Parece que sí. ¿Estás bien?
-No me siento cómoda en espacios
pequeños, soy claustrofóbica
-¡Lo siento! ¿Quieres que detenga
el ascensor?
-No, solo necesito un momento.
Gracias
-Si alguna vez prefieres las
escaleras, avísame.
-Lo tendré en cuenta, gracias
Para
muchos, un ascensor es solo un medio para subir o bajar pisos. Sin embargo,
para alguien con claustrofobia, puede ser una trampa angustiante. Esta
condición, lejos de ser un capricho, representa una verdadera barrera en la
vida de quienes la sufren. El temor puede desencadenarse en espacios reducidos,
realizarse un estudio, estar en un lugar rodeado de muchas personas o incluso
con ropa ajustada.
Los
efectos de la claustrofobia se extienden más allá de los episodios ocasionales
de ansiedad. Pueden afectar decisiones de carrera, elecciones de vivienda o
incluso la posibilidad de viajar. Lucía Miraglia es enfermera profesional y
desde muy pequeña sufre este miedo al encierro: 'He rechazado trabajos por
edificios con pasillos estrechos u oficinas sin ventanas grandes. Es una lucha
constante entre mis aspiraciones y mi fobia.'
La claustrofobia en el entorno
médico
Para
muchas personas con claustrofobia, ingresar a dispositivos médicos avanzados
como un resonador puede desencadenar una sensación angustiante de opresión,
sintiendo que les falta el aire y que están atrapados sin escape. Esta ansiedad
puede resultar en múltiples intentos fallidos para completar el estudio.
La Dra. Carolina Domenech, experta en radiodiagnóstico, señala: 'Antes de someterse a cualquier intervención médica, es crucial estar bien informado y mentalmente preparado. Resulta alentador conocer opciones disponibles, como la utilización de un resonador de campo alto con diseño abierto.' y agrega: 'La elección del resonador más adecuado puede variar según el tipo de estudio médico requerido'.
Como
hemos mencionado previamente, la claustrofobia es una de las fobias más
prevalentes en la sociedad contemporánea. Se estima que entre el 6% y el 7% de
la población global la experimenta; sin embargo, muchas de estas personas no
han recibido un diagnóstico formal. Es fundamental comprender que no basta con
sentirse incómodo o ansioso en situaciones como quedar atrapado en un ascensor
para ser diagnosticado con claustrofobia. Para determinar la presencia de esta
fobia, es necesario considerar una serie de factores y síntomas específicos.
La
claustrofobia puede desencadenarse en situaciones como habitaciones cerradas o
elevadores llenos, pero también puede relacionarse con el espacio personal
alrededor de una persona. Aunque las causas exactas son desconocidas, se cree
que factores ambientales y antecedentes familiares pueden influir. Algunos
especialistas sugieren que la amígdala, responsable del procesamiento del miedo
en el cerebro, podría jugar un papel en esta fobia.
El
psicólogo y escritor Pablo Melicchio, cree que la causa está en la vivencia
pasada de una experiencia desagradable en un espacio pequeño. Años después,
cuando hay algo que recuerda ese hecho, las reacciones de alerta se activan y
aparecen los síntomas de pánico y ansiedad. 'Algo que padeció la persona en un
ambiente cerrado u oscuro o también como un recuerdo encubridor trabajar
internamente cuando fue la primera sensación fóbica, en general está ligada a
vivencias. Es decir que la persona lo vive como algo propio pero tiene que ver
con algo visto o escuchado que padeció algún familiar. Siempre eta ligada a una
vivencia traumática que esta guardada en el inconsciente. Y el tratamiento
puede ser desde la psicología y psicoanálisis. A veces se necesita alguna
medicación inicial para compensar transitoriamente a la persona y poder hacer
el abordaje terapéutico'.
La claustrofobia según el
psicólogo Pablo Melicchio
El Ministerio de Salud ha establecido un riguroso protocolo de seguridad para garantizar la integridad y el bienestar de los pacientes en las unidades especializadas en tratamiento y diagnóstico por imagen. Al recibir a cada paciente, es imprescindible realizar una serie de preguntas preliminares para asegurar un procedimiento adecuado. Una de las consultas esencialmente importante es si el paciente presenta algún síntoma o diagnóstico previo de claustrofobia. En caso afirmativo, se procederá a adaptar el estudio o proporcionar alternativas adecuadas que permitan llevar a cabo el diagnóstico sin comprometer la salud mental del individuo.
Los
especialistas en el campo de la salud mental y la terapia han diseñado un
conjunto de técnicas específicas para ayudar a los pacientes que enfrentan la
claustrofobia en estos entornos. Entre las estrategias recomendadas se
encuentran ejercicios de relajación profunda, como el conteo regresivo desde
números significativos, que ayudan a distraer la mente y reducir la ansiedad.
Además, la visualización de entornos tranquilos y seguros puede ser una
herramienta poderosa para contrarrestar los efectos del encierro.
Si bien
es comprensible que muchos pacientes deseen evitar situaciones o lugares que
desencadenen su claustrofobia, enfrentar y gestionar este miedo es fundamental
para garantizar una atención médica adecuada y precisa. Una técnica útil es
practicar la respiración consciente, inhalando y exhalando lentamente mientras
se cuenta mentalmente hasta tres en cada ciclo respiratorio. Focalizar la
atención en estímulos constantes y reconfortantes, como el sonido regular de un
reloj, puede ayudar a mantener la calma y reducir los niveles de estrés durante
el procedimiento.
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