Para clasificar, Boca necesitaba una victoria abultada contra Auckland City y una derrota de Benfica ante Bayern Múnich, con una diferencia de goles que superara la de Benfica (+6 contra -1 de Boca).

Las combinaciones específicas incluían ganar por al menos 6-0 y que Benfica perdiera sin anotar, o ganar por 5 goles y que Benfica cayera por 3 o más goles de diferencia, entre otras posibilidades.

Después de un primer tiempo aceptable, el equipo ganaba 1-0 por gol en contra del arquero rival. Sin embargo, en una pelota parada a los pocos minutos del complemento, Auckland lo sorprendió: Gray ganó de cabeza y estampó el 1-1. Y casi inmediatamente, el partido se suspendió por actividad eléctrica cerca del estadio en Nashville.

La victoria de Benfica sobre el Bayern Munich dejó sin chances al Xeneize.