La Federación Internacional del Automóvil (FIA) atraviesa un momento de máxima tensión institucional tras la renuncia de Robert Reid, vicepresidente deportivo del organismo.

El británico, con una extensa trayectoria como copiloto de rally, dejó su cargo este jueves y apuntó directamente contra la gestión del actual presidente Mohammed Ben Sulayem, a quien criticó por su estilo de conducción y por alejarse de los valores fundacionales del ente rector del automovilismo.

"Asumí este cargo para contribuir a una mayor transparencia, una gobernanza más sólida y un liderazgo más colaborativo. Con el tiempo, esos principios se han dejado de lado cada vez más y ya no puedo, de buena fe, seguir siendo parte de un sistema que ya no los refleja", escribió Reid en un comunicado publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter).

Reid había asumido en diciembre de 2021, en simultáneo con la llegada de Ben Sulayem a la presidencia. Desde entonces, las diferencias entre ambos se hicieron cada vez más visibles, sobre todo a raíz de medidas polémicas como las nuevas restricciones a las declaraciones políticas y el lenguaje de los pilotos, que generaron controversia en distintas categorías.

En la Fórmula 1, por ejemplo, Max Verstappen protagonizó una protesta silenciosa en una rueda de prensa tras ser sancionado por expresarse fuera de protocolo. En el Mundial de Rally, varios corredores boicotearon entrevistas como muestra de solidaridad con un compañero multado por una expresión ante cámaras.

"Alejarme no fue fácil. Sin embargo, quedarme habría significado comprometer lo que creo. Se trata de principios, no de política", remarcó Reid en su mensaje de despedida. "El deporte motor merece un liderazgo arraigado en la integridad, la responsabilidad y el respeto por el proceso", sentenció.

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