El hermetismo del equipo económico argentino en torno al acuerdo con Estados Unidos comenzó a romperse. El presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, confirmó desde Washington que el swap por USD 20.000 millones está en su etapa final y que se activará antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre.

Según el funcionario, el convenio se inspira en el modelo que México implementó en 1995 durante la crisis del Tequila, cuando Estados Unidos le otorgó una línea de crédito para sostener su moneda. “Hemos estado trabajando día tras día para completar la documentación del acuerdo y esperamos que muy pronto podamos ejecutar un esquema similar al que funcionó con éxito en México”, expresó Bausili durante un evento del Atlantic Council, donde fue entrevistado por Josh Lipsky.

Un swap para evitar una crisis de liquidez

Bausili explicó que el swap de monedas permitirá al país acceder de forma temporal a Derechos Especiales de Giro (DEG) del Tesoro norteamericano. El objetivo es reforzar las reservas del Banco Central y ofrecer una red de seguridad frente a eventuales tensiones cambiarias.

Esperamos que la línea se active en las próximas dos semanas, antes de la elección”, afirmó el titular del BCRA, quien aseguró que el equipo económico trabaja en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

En la práctica, este tipo de mecanismos implica que Estados Unidos deposita divisas en la cuenta del BCRA a cambio de pesos argentinos, estableciendo condiciones específicas para su uso y devolución.

Inspiración mexicana: el modelo del Tequila

El antecedente que guía la negociación argentina es el swap firmado entre México y EE.UU. en 1995, durante la crisis del Tequila. En aquel momento, Washington otorgó al Banco Central de México una línea de USD 9.000 millones respaldada por las exportaciones petroleras de Pemex.

Era un préstamo corto y con garantías, paralelo a un acuerdo stand-by con el FMI, que otorgó liquidez inmediata al mercado cambiario mexicano”, recordó Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go.

Según trascendió, el modelo que negocia el BCRA tendría características similares, aunque adaptadas al contexto argentino y con mayor supervisión técnica del Tesoro estadounidense.

Explicación oficial. El presidente del Banco Central, Santiago Bausilli, dio más detalles sobre el swap con Estados Unidos.
Lenin Nolly / EFE

Las garantías bajo discusión

Uno de los puntos que genera mayor debate es qué activos o instrumentos ofrecerá Argentina como respaldo. “No sé qué tipo de garantías podría darle Argentina. YPF no es completamente estatal y los bonos no servirían como colateral”, analizó Menescaldi.

El tema cobró relevancia tras las declaraciones del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien reconoció el interés norteamericano por los recursos estratégicos argentinos. “Argentina es rica en tierras raras y en uranio, y creemos que están comprometidos con nosotros”, señaló en una entrevista con Fox News.

Un mercado bajo presión

El anuncio llega en un contexto financiero tenso. Tras las palabras de Donald Trump, quien condicionó el apoyo al resultado electoral, las acciones argentinas cayeron hasta un 8% en Wall Street y los bonos en dólares retrocedieron hasta 7%.

Bausili reconoció que el mercado atraviesa “una fase de cobertura preelectoral” y que la demanda de dólares “equivale a más de 40 puntos del M2, un nivel que solo el Estado puede abastecer”.

En esa línea, Javier Okseniuk, de LCG, explicó que el swap con Estados Unidos sería una herramienta temporal de intercambio de monedas diseñada para afrontar eventuales episodios de estrés cambiario, como los que suelen intensificarse en los períodos electorales.

Expectativas y próximos pasos

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el propio Bausili permanecen en Washington ultimando los detalles técnicos del acuerdo, que incluiría además un componente de asistencia financiera a través de los organismos multilaterales.

Más allá de las garantías, lo importante serán las condiciones de uso del swap: si se aplicará a determinado tipo de cambio, si tendrá límites diarios o si se podrá activar ante situaciones puntuales de tensión cambiaria”, explicó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.

Por ahora, el Gobierno evita confirmar cifras exactas o cláusulas específicas. Pero el mensaje político ya está dado: el swap con Estados Unidos se convirtió en la carta más importante del Gobierno para sostener la estabilidad hasta las elecciones.