La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que en el mes de mayo, las exportaciones agroindustriales totalizaron 3054 millones de dólares, cifra que representa un 1,5% más que abril, y un 21,8% más que en mayo de 2024. Entre los factores que impulsaron la suba se encuentran la mejora en la cosecha de maíz y soja, la reducción temporal de retenciones y la flexibilización del régimen cambiario.

Las entidades destacaron que el ingreso de divisas en mayo refleja el impacto de la cosecha gruesa, particularmente de la soja, que comenzó a llegar con fuerza a los puertos. La baja de retenciones, establecida por el Decreto 38/25, redujo los derechos de exportación para la soja del 33% al 26% y para el maíz del 12% al 9,5%, incentivando las ventas al exterior. Además, el levantamiento del cepo cambiario y el nuevo esquema cambiario implementado por el Gobierno de Javier Milei facilitaron un tipo de cambio más competitivo, estimulando la liquidación.

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La cifra informada por las entidades agroexportadoras representa una fuerte suba en comparación con el mismo período del año pasado.

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De esta manera, el acumulado de 2025, de enero a mayo, alcanzó USD 11.712 millones, un 33% más que en el mismo período de 2024, lo que ubicó al agro como principal generador de divisas del país. Sin embargo, el sector advirtió que la suba de retenciones prevista para julio, tras el fin de la baja temporal, podría desacelerar las ventas. El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó en la Bolsa de Comercio de Córdoba que los derechos de exportación podrían eliminarse en un año si se mantiene la disciplina fiscal, aunque no precisó detalles.

El desempeño del agro es clave para las reservas del Banco Central (BCRA), que enfrenta presión por la caída de USD 2.106 millones en mayo. La liquidación récord de mayo, aunque significativa, no alcanzó los niveles históricos de 2022 (USD 4.231 millones), debido a precios internacionales menos favorables. La agroindustria aporta alrededor del 60% de las divisas del país, por lo que representa un pilar fundamental para garantizar la estabilidad de la economía argentina, acuciada por la escasez de dólares.