La inflación continúa golpeando con fuerza el bolsillo de los argentinos. Según datos difundidos este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en marzo una familia tipo necesitó $1.119.607 para no ser considerada pobre, lo que representa un incremento del 6% respecto al mes anterior.

Más de $1,1 millones para no ser pobre en marzo: la canasta alimentaria subió 6%

La Canasta Básica Total (CBT), que mide el umbral de ingresos necesarios para cubrir alimentos, servicios y otros bienes esenciales, registró un aumento que sigue reflejando la presión inflacionaria sobre los sectores de ingresos medios y bajos. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -que define la línea de indigencia- también mostró un fuerte incremento del 5,2% en el mismo período, alcanzando los $522.350 para una familia de cuatro integrantes.

Con estos números, una familia que perciba ingresos por debajo de esos montos se considera pobre o indigente, dependiendo de si logra cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

El acumulado en lo que va del año ya genera preocupación en los analistas económicos, que advierten sobre el impacto directo en el consumo y el deterioro de la calidad de vida. En los últimos 12 meses, la CBT aumentó más del 300%, acompañando el ritmo de la inflación general que se mantiene en niveles elevados.

Las subas en productos básicos como carne, pan, lácteos y verduras fueron los principales impulsores del alza de la canasta alimentaria, lo que refleja cómo la inflación golpea con mayor dureza a los sectores más vulnerables.

Economistas alertan que, si bien se observa una leve desaceleración en el índice de precios, el poder adquisitivo sigue deteriorándose y muchas familias continúan perdiendo su capacidad de compra frente al constante aumento del costo de vida.