Mercados: Las acciones y bonos argentinos operan en baja en medio de las presiones cambiarias
La incertidumbre electoral y la demanda de dólares sacuden los mercados. El Merval baja ~1,5% y los bonos en dólares caen hasta 2,5%, con el riesgo país en 1.200 puntos.
Los mercados financieros argentinos continúan bajo fuerte presión en esta jornada, con las acciones y bonos operando en baja generalizada. Esta dinámica se enmarca en las persistentes tensiones cambiarias, agravadas por la proximidad de las elecciones legislativas de medio término del 26 de octubre.
El peso argentino enfrenta una depreciación acelerada, impulsada por la demanda de cobertura en dólares de inversores y ahorristas, lo que obliga al Banco Central (BCRA) y al Tesoro a intervenir para defender el esquema de bandas cambiarias.
El índice líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires opera con una caída de aproximadamente 1,5% en la sesión de hoy, cotizando alrededor de 1.850.000 puntos (en pesos). Esta baja se suma a una tendencia negativa en octubre, donde el índice acumula pérdidas del 3-4% mensuales, medido en dólares, debido a la volatilidad cambiaria.
En Wall Street, los ADR (American Depositary Receipts) de empresas argentinas amplifican las caídas, con descensos promedio del 2-3%. Destacan:
- Mercado Libre: -2,5% (alrededor de USD 1.450).
- Banco Supervielle: -3,1% (USD 12,50).
- YPF: -2,0% (USD 22,80).
La búsqueda de activos en dólares como cobertura electoral explica gran parte de la presión vendedora, en un contexto donde el Merval ha perdido cerca del 30% en lo que va de 2025 en términos reales.
Desempeño de los Bonos Soberanos
Los bonos argentinos en dólares (hard dollar) registran caídas promedio del 1,8-2,5%, con el riesgo país (medido por el EMBI+ de JPMorgan) superando los 1.200 puntos básicos, un nivel no visto desde octubre de 2024. Esto refleja dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario post-elecciones y la capacidad de acumular reservas.
En pesos, los bonos ajustados por inflación o tasa fija también caen, con rendimientos que superan el 50% anual en el tramo corto, pero con volatilidad en vencimientos post-electorales.
El dólar mayorista opera cerca del techo de la banda cambiaria establecida por el BCRA (alrededor de ARS 1.488), con un avance intradía del 0,6%. El tipo de cambio interbancario cotiza en ARS 1.454, tras intervenciones del Tesoro que inyectaron dólares para contener la depreciación.
Las presiones se deben a:
- Demanda de cobertura electoral: Inversores y exportadores aceleran la dolarización de carteras ante la incertidumbre política.
- Reservas limitadas: El BCRA ha perdido cerca de USD 500 millones en intervenciones semanales, pese al apoyo parcial de EE.UU. (incluyendo un swap de USD 20.000 millones en negociación).
- Expectativas post-electorales: Analistas como los de Inversiones Andinas prevén un posible ajuste del crawling peg (devaluación mensual del 2%) si La Libertad Avanza no gana escaños suficientes, lo que podría elevar el dólar oficial a ARS 1.600 para fin de año.
Medidas recientes del Gobierno, como la eliminación temporal de retenciones a exportaciones (hasta el 31 de octubre) y ventas directas de dólares del Tesoro de EE.UU., han aliviado parcialmente la tensión, pero no revertido la tendencia bajista.
El ministro Luis Caputo, en Washington, busca concretar más apoyo del Tesoro estadounidense para reforzar reservas antes de los comicios.
Perspectivas y Recomendaciones
- Escenario base: Baja moderada en acciones y bonos hasta las elecciones, con posible rebote si se confirma el respaldo de EE.UU. (e.g., intervención en bonos o futuros). El FMI podría extender plazos, pero exige acumulación de reservas netas.
- Riesgos: Si el dólar rompe el techo de la banda, podría desencadenar una corrida con inflación por encima del 60% anual y riesgo país >1.500 pb.
- Oportunidades: Analistas de IOL y Rava Bursátil sugieren bonos cortos como AL30 para carry trade, y CEDEARs globales (e.g., Apple, Coca-Cola) para cobertura cambiaria. Evitar posiciones largas en activos locales hasta post-26 de octubre.
Esta volatilidad subraya la fragilidad macroeconómica argentina, con un déficit fiscal controlado, pero reservas netas negativas.