Suba de calificación: una señal positiva para el escenario financiero

La calificadora de riesgo Moody’s elevó este lunes la nota crediticia de Argentina tanto en moneda extranjera como local, al pasarla de Caa3 a Caa1, una mejora dentro del rango de bonos especulativos, aunque el país continúa siendo considerado un emisor de alto riesgo.

Al mismo tiempo, la perspectiva fue modificada de positiva a estable, lo que sugiere que no se anticipan cambios significativos en el corto plazo.

Evaluación favorable al giro macroeconómico

Según detalló la agencia, la decisión está respaldada por el proceso de eliminación gradual de controles cambiarios y de capital, así como por la firma de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estos factores, explicaron, han comenzado a reducir las tensiones sobre las reservas internacionales y a mejorar la disponibilidad de divisas.

"El proceso de desinflación, junto a una política fiscal más prudente y reformas orientadas a corregir distorsiones estructurales, sustentan el objetivo de lograr la sostenibilidad de la balanza de pagos", puntualizó Moody's en su comunicado oficial.

Si bien se reconocen avances, la calificadora advirtió que la débil posición externa del país y las barreras estructurales para atraer inversión siguen limitando una mejora más marcada del perfil crediticio argentino.

Luz verde. Moody's ponderó el acuerdo del Gobierno con el FMI para mejorar la posición de Argentina.
Luz verde. Moody's ponderó el acuerdo del Gobierno con el FMI para mejorar la posición de Argentina.

Recuperación económica y repunte del consumo

Otro de los puntos destacados fue la reactivación del Producto Bruto Interno (PBI) durante el primer trimestre de 2025, con un crecimiento interanual del 5,9%, lo que representó el primer período positivo luego de seis trimestres en baja.

El repunte se vinculó con un aumento de la demanda interna, mejores condiciones de financiamiento y una recuperación del salario real, sostenida por la desaceleración inflacionaria.

De acuerdo con la evaluación de Moody’s, esta etapa de crecimiento "podría resultar más sostenible que en ciclos anteriores" gracias al equilibrio fiscal alcanzado y a la reducción del financiamiento monetario del déficit.