Sigue el derrumbe: las ventas cayeron 2% en septiembre
El sector textil y de indumentaria registró la caída más fuerte, con un descenso de 10,9% interanual.
Las ventas minoristas de pymes en Argentina registraron una caída del 4,2% interanual a precios constantes en septiembre de 2025, según el relevamiento de la CAME, con un retroceso mensual del 2% desestacionalizado respecto a agosto, reflejando la persistente retracción del consumo por falta de crédito, pérdida de poder adquisitivo y expectativas divididas sobre la economía. A pesar de esta baja, el acumulado anual muestra un incremento del 5% interanual, mientras el 55% de los comerciantes percibe estabilidad y el 47,6% anticipa mejoras para el próximo año.
La dinámica de las ventas minoristas pyme en septiembre evidencia una contracción generalizada que afecta a todos los sectores analizados, con caídas homogéneas que subrayan la fragilidad del consumo interno en un contexto de incertidumbre económica y política. Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), basado en un relevamiento de más de 1.500 comercios distribuidos en las principales ciudades del interior, el retroceso interanual del 4,2% a precios constantes se explica por la combinación de factores como la falta de crédito, el endeudamiento de los hogares y la ausencia de estímulos comerciales, que limitan la demanda en un mercado donde la inflación acumulada del 22,7% en lo que va del año erosiona el ingreso real de las familias.
Esta tendencia se profundiza en la comparación mensual desestacionalizada, con un descenso del 2% respecto a agosto, rompiendo una racha de leves repuntes previos y confirmando la retracción del consumo como patrón dominante en el tercer trimestre de 2025. A nivel acumulado, el panorama es mixto: las ventas minoristas pyme muestran un incremento interanual del 5% en los primeros nueve meses del año, un avance que se debe a bases de comparación bajas de 2024 y a un rebote estacional en el primer semestre, pero que no compensa la desaceleración reciente.
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El informe de CAME destaca que el 55% de los comerciantes consultados indicó que la situación de sus negocios se mantuvo igual que en el mismo período del año anterior, un porcentaje estable que refleja resiliencia en el sector pese a las presiones. Sin embargo, el 38% reportó un empeoramiento —tres puntos porcentuales por encima de agosto—, lo que se traduce en una reducción del 7,2% en el porcentaje de quienes perciben mejoras, señalando una creciente cautela entre los dueños de pymes que operan en un entorno de incertidumbre económica marcada por expectativas divididas sobre la evolución macro y la política fiscal.
El desglose por rubros revela impactos desiguales, con caídas interanuales en todos los segmentos analizados, aunque algunos logran mantener o repuntar en la comparación mensual. El sector de textil e indumentaria, uno de los más sensibles a la estacionalidad, registró la peor performance con un descenso del 10,9% interanual, afectado por la menor demanda de prendas de primavera-verano y la competencia de importaciones baratas. Le sigue el rubro de bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, con una caída del 6,2%, impulsada por la postergación de compras no esenciales en hogares con presupuestos ajustados.
En la comparación intermensual, la tendencia es similar: la mayoría de los sectores retrocede, pero perfumería destaca con un crecimiento del 1,4%, beneficiado por promociones y demanda estacional, mientras que ferretería, materiales eléctricos y de la construcción se mantiene en niveles estables, reflejando una leve estabilización en el segmento de reparaciones hogareñas. Estas variaciones sectoriales ilustran la heterogeneidad del consumo minorista pyme, donde rubros cíclicos como textil sufren más por la pérdida de poder adquisitivo, estimada en un 15% real para los hogares medios en 2025, mientras que bienes de primera necesidad o impulsivos como perfumería resisten mejor.
El informe de CAME subraya que la falta de crédito —con tasas de financiamiento por encima del 100% anual— y el endeudamiento familiar, agravado por cuotas diferidas en tarjetas, han desincentivado las compras, sumado a la ausencia de estímulos comerciales como descuentos masivos o ferias sectoriales. En este sentido, el 38% de empeoramiento percibido por los comerciantes se alinea con una encuesta complementaria donde el 60,1% considera que no es un buen momento para invertir en sus negocios, priorizando la supervivencia sobre la expansión en un año de recesión técnica y expectativas divididas sobre el cierre de 2025.