¿El fin de los balcones?: las postales de Cristina que la Justicia ahora prohíbe
Las imágenes que movilizaron a miles de militantes ya no podrán repetirse. Cristina Kirchner fue notificada de que no podrá volver a asomarse al balcón de San José 1111. La Justicia le impuso tobillera electrónica y restricciones para ejercer cualquier tipo de manifestación política desde su domicilio. Las redes estallan con fotos, memes y afiches de despedida.
Por Redacción Mundo Poder
Las fotos recorren los teléfonos de toda una militancia. Cristina Kirchner, sonriente, con la mano en el pecho o saludando desde el balcón de su departamento en Constitución. Escenas que en pocas horas se transformaron en símbolo de una despedida forzada.
La Justicia ordenó que la expresidenta, ahora bajo arresto domiciliario, se abstenga de hacer manifestaciones públicas desde su domicilio, incluyendo saludos desde el balcón o la ventana. La medida forma parte de un conjunto de restricciones que acompañan la colocación de una tobillera electrónica, destinada a controlar que permanezca dentro del perímetro autorizado.
Las imágenes que se viralizan muestran a Cristina con distintos gestos: una sonrisa serena con rosario al cuello, el brazo en alto saludando, y la clásica mano sobre el corazón. Escenarios que ya no podrán repetirse sin consecuencias judiciales.
El departamento de San José 1111 está desde hace días bajo un estricto operativo de seguridad. La exmandataria fue notificada por el Tribunal Oral Federal N°2 y, además de la tobillera, deberá entregar una lista de personas autorizadas a visitarla. Cada gesto, cada movimiento público, será analizado bajo lupa.
En redes sociales, las fotos del balcón estallaron. Militantes comenzaron a compartir afiches con la frase “Hasta el balcón siempre”, y no faltaron los memes que ironizan con escenas de películas o incluso imágenes editadas con Cristina saludando desde un baúl o una celda.
Mientras tanto, Cristina permanece en su departamento, convertida en el epicentro de un nuevo capítulo político que mezcla justicia, simbolismo y polarización. Sin balcones, sin discursos improvisados, pero con una fuerza simbólica que vuelve a tensar al peronismo y sus estructuras.