Tito Noir, ex delantero de Boca, habló del episodio que le cambió su carrera. En Rosario, los hinchas de Central infundaron el rumor de que el atacante tenía una relación con el arquero Sebastián Peratta. En un crudo relato, explicó el difícil momento que le tocó vivir hace casi 10 años.

TIto Noir
TIto Noir
El rumor de la relación entre Peratta y Tito Noir duró varios años.

La homosexualidad sigue siendo un tema tabú en el fútbol. En el 2011/2012, surgió un rumor en Rosario que Ricardo Noir tenía una relación con el arquero Sebastián Peratta. A 10 años de ese episodio, el ex delantero de Boca recordó el momento en Mundo Boca y contó los difíciles días que le tocó pasar junto a su mujer y su hija: "En ese momento me tiraron al piso. La verdad que fue un momento muy triste. De la noche a la mañana, no entendía qué pasaba. Arrancó mi hermana diciéndome: "Che, ahí puso uno tal cosa". Le dije que no le dé bola. Al rato, era un quilombo. No entendía nada".

Y agrega: "Iba a buscar a mi hija más chica al jardín y no la fui a buscar más. Una vergüenza tenía... Salía predispuesto a pelear con alguien. Me decían algo y cómo no iba a pelear... Imagínate la bronca que yo tenía".

El rumor desestabilizador lo habría formado gente de Rosario Central que hasta colgó una bandera en el Gigante de Arroyito en relación a eso: "Me quise ir para mi casa. Si querían cagarme los de Central, lo lograron. Yo nunca había dicho nada. A mí me liquidaron. Anímicamente ese año fue terrorífico".

Los días difíciles de Tito Noir en Newell"s

En una cruda reflexión de la falsa noticia que le cambió la carrera, explicó: "Vino el Tata. Por un lado, estaba feliz de que me iba a dirigir. Y, por el otro, no quería estar más. Me encierra en la sala de videos del complejo de Newell"s. Me dice: "Mirá, Tito. Quiero parar el equipo así, me gusta jugar con dos por afuera. Vos tenés las características"".

"Y yo le dije: "Tata, la verdad, no quiero estar un solo día más acá. La estoy pasando muy mal. No salgo a la calle, salgo de entrenar y me encierro en mi casa. Mi mujer y mi nena me ven llorar todos los días. Hay que ponerle límite a las cosas. Uno capaz lo dijo en modo de joda y a mi me mató. Mi familia se ponía mal a la par mía. Fue un momento desagradable que no se lo deseo a nadie. O lo superaba o no podía jugar más al fútbol".


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