La confesión de la ex pareja de Miguel Brizuela: "Me pegó una piña y quedé inconsciente"
Miguel Brizuela, futbolista de Vélez, fue denunciado el pasado domingo por violencia de género contra su ex pareja, Melina Neto. En consecuencia, la justicia dictó una orden de restricción perimetral, que tendrá duración durante un período de 90 días, para impedir que el defensor se acerque a la joven.
La mujer acusó al zaguero de haberla agredido físicamente en la localidad bonaerense de San Martín y detalló que sufrió maltrato verbal y psicológico de parte del marcador central del elenco de Liniers. La causa fue radicada en la UFIJ N°23 descentralizada del partido de Malvinas Argentinas.
La madre de la víctima aseguró en sus redes sociales que el jugador “agredió físicamente a mi hija” el último sábado por la madrugada “dejando en su rostro daños visibles, sumándole un maltrato verbal y psicológico de meses”. Además, reveló que no se trató de un suceso aislado: “Ya había habido maltratos anteriores a este hecho. Queremos que esto se haga público para que se conozca realmente el tipo de persona que es”.
En este escenario, el Departamento de Violencia de Género del Fortín actuó con velocidad y se comunicó con la joven para brindarle apoyo. En consonancia, emitió un comunicado oficial en el cual se confirmó que Brizuela fue separado de manera preventiva del equipo que conduce Mauricio Pellegrino.
"Apenas subí las fotos me llegaron miles de mensajes del Área de Violencia de Género de Vélez. Se pusieron a disposición conmigo y me dijeron que van a elevar a un informe para rescindirle el contrato", expresó Neto, quien rompió el silencio en diálogo con el programa Código de Barras.
Melina relató la pesadilla que experimentó: “Hace siete meses que convivía con Miguel Brizuela. Primero me zamarreó, y luego me pegó una piña, y quedé inconsciente. Primero me pegó una trompada en el ojo y, cuando traté de sacármelo de encima, me pegó la segunda, y caí desmayada. No me acuerdo más nada".
La ex novia del futbolista reconoció que los recuerdos del episodio aún le ocasionan temor: "Tengo mucho miedo. No puedo estar sola, por eso me vine a vivir a lo de mi mamá". Por último, alzó la voz y exigió justicia por lo ocurrido: "No es justo que ande por la vida como si nada. Él no esperaba que yo hable. Lo que sufrí, no me lo voy a olvidar nunca".