Los diferentes países del mundo cada vez son más celosos con lo que sucede con la regulación a las grandes compañías que trabajan con datos a través de internet. En este caso hay que viajar a Francia para conocer una nueva historia.

Las "cookies" son los datos utilizados para rastrear a los usuarios en línea. Es una herramienta más que importante para la recolección de datos.

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La argumentación de la entidad reguladora es que que las plataformas no permiten a los usuarios rechazar las "cookies" con la misma facilidad con que las aceptan. Esto se debe a que para poder rechazarlas son necesarios varios clics, mientras que para la admisión se necesita solo uno.

Esta situación a la que se enfrenta cualquier persona que navega por la web todos los días no deja de ser una situación cotidiana pero que tiene consecuencias. Entienden que el uso de cookies "vulnera la libertad de consentimiento" y además termina constituyendo una violación de la Ley de Protección de Datos.

Cabe destacar que también ordenó a las empresas poner a disposición de los usuarios de Internet en Francia un método sencillo para rechazar la cookies. Para hacer las modificaciones pertinentes tienen un plazo de 3 meses. En caso contrario, las compañías tendrán que pagar una multa de 112.990 dólares por cada día de retraso.