Arrestan al dueño del club nocturno de República Dominicana, cuyo techo se derrumbó y dejó 235 muertos
Las autoridades dominicanas lo acusan, junto a su hermana, de negligencia e irresponsabilidad por no intervenir para prevenir el derrumbe, que también dejó más de 180 heridos.
El propietario del club nocturno Jet Set en Santo Domingo, Antonio Espaillat, y su hermana Maribel Espaillat fueron arrestados este jueves 12 de junio, tras el colapso del tejado del local el 8 de abril, que dejó 236 muertos.
Las autoridades dominicanas los acusan de negligencia e irresponsabilidad por no intervenir para prevenir el derrumbe, que también dejó más de 180 heridos.
“Ambos imputados mostraron una inmensa irresponsabilidad y negligencia al dejar de realizar una intervención física que impidiera que el techo del centro de diversión colapsara, como finalmente sucedió, provocando 236 muertos y más de 180 heridos”, señaló la Procuraduría General de la República Dominicana en un comunicado.
No se han presentado cargos formales aún, pero tienen 48 horas para hacerlo ante un juez.
La investigación sobre la causa del colapso sigue en curso, con indicios que el propietario sabía de problemas estructurales, como filtraciones de agua y paneles de techo defectuosos.
Entre las víctimas estaban el afamado cantante Rubby Pérez, quien estaba cantando cuando el techo se vino abajo, y Nelsy Cruz, gobernadora de la provincia de Montecristi y hermana de Nelson Cruz, exjugador de las Grandes Ligas.
También fallecieron el ex lanzador Octavio Dotel, quien también estuvo en las Grandes Ligas, y el beisbolista dominicano Tony Enrique Blanco Cabrera. Dotel fue sacado de los escombros, pero murió en un hospital.
Otras víctimas incluyen a un funcionario retirado de la ONU; el diseñador de moda Martín Polanco, quien vivía en Nueva York; un capitán del ejército que dejó huérfanas a cuatro niñas pequeñas, y tres empleados de Grupo Popular, una empresa de servicios financieros, incluido el presidente del banco AFP Popular y su esposa.
Miguel Valerio, el abogado de los Espaillat, dijo a los periodistas que espera tener acceso a las pruebas de los fiscales en los próximos días.
“Este es un homicidio involuntario”, expresó. “Nadie quería que eso ocurriera”.
En República Dominicana, los cargos de homicidio involuntario suelen conllevar penas de entre seis meses y dos años de prisión y multas de aproximadamente US$ 1.300 a US$ 5.200. En casos con múltiples víctimas, el Ministerio Público puede solicitar medidas más severas.
Cabe recordar que el club, que había operado durante casi cinco décadas, era conocido por sus fiestas de merengue los lunes por la noche que atraían a celebridades internacionales y dominicanos destacados.