Así iniciaron los 133 cardenales su ingreso a la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa
Con la tradicional "Misa Pro Eligendo Pontífice" en San Pedro y la solemne procesión desde la Capilla Paulina, los purpurados menores de 80 años cumplieron el rito de "Extra omnes" antes de cerrar las puertas de la Sixtina. Ahora, en el mayor secreto y bajo la expectativa mundial, comenzarán las votaciones que podrían terminar en fumata blanca en las próximas jornadas.
El ritual inaugural del cónclave que marcará la nueva era del papado
De San Pedro a la Capilla Sixtina: la procesión de los purpurados
A las 16:15, los 133 cardenales con derecho a voto -todos menores de 80 años- se reunieron en la Capilla Paulina para entonar el himno Veni Creator Spiritus y las letanías, invocando la guía del Espíritu Santo. Luego, en solemne comitiva, avanzaron hacia la Capilla Sixtina flanqueados por la Guardia Suiza, entre fieles y peregrinos que ya colmaban la Plaza de San Pedro.
Fumata negra, silencio absoluto y el 'Extra omnes' que sella el secreto
Una vez dentro, cada cardenal hizo el juramento de secreto ante el Evangelio y se preparó para la histórica ceremonia del 'Extra omnes', orden que selló la salida del personal ajeno y marcó el cierre de las puertas de la Sixtina. A partir de ese instante, durante el cónclave solo se permitirán las votaciones diarias y la tradicional señal del humo -negro o blanco- en la chimenea: la primera, indicio de falta de consenso; la segunda, anuncio del nuevo Pontífice.
¿Qué sigue en la agenda del cónclave?
Primer escrutinio: Tendrá lugar en las próximas horas, con hasta cuatro votaciones diarias hasta lograr la mayoría cualificada de dos tercios.
Indicadores de avance: Además del humo, el repique de campanas en San Pedro confirmará la elección.
Criterio de urgencia: La tradición dicta no extender el proceso más allá de cinco días, aunque el Espíritu Santo marcará los tiempos.
Con el mundo pendiente de cada señal desde Roma, este cónclave promete escribir un nuevo capítulo en la historia del Vaticano y definir el sucesor de Francisco, en una elección que trasciende fronteras y convoca a más de 1.300 millones de católicos en todo el globo.