Una mujer de 53 años y su nieta de 12 fueron asesinadas en la casa en la que vivían, situada en la localidad de Jataizinho, en el estado brasileño de Paraná.

Los cuerpos fueron descubiertos por uno de los hijos de la mujer, que había asistido a su hogar para visitarla.

Los cadáveres estaban sobre una cama. Los cuerpos presentaban signos de violencia, tenían pañuelos atados al cuello y estaban cubiertos por un edredón.

Además, había manchas hemáticas en la ropa, las paredes y el suelo. En tanto, en la habitación contigua se encontró un mensaje de disculpas escrito con sangre.

"Lo siento mamá. Marcos", decía la leyenda que se halló en una pared, redactada con un error de ortografía.

En un comunicado, la Policía Civil (PC-PR) informó que la investigación es confidencial para "garantizar la recolección segura y efectiva de evidencias".

Se incautaron de teléfonos celulares de familiares y deberán ser sometidos a análisis pericial.

Este caso se suma a una epidemia de violencia de género que golpea con fuerza a Brasil. En lo que va de 2024, el país registra un promedio de cuatro femicidios por día, con 1459 mujeres asesinadas según datos del diario Folha de São Paulo.

Desde 2015, año en que se tipificó el femicidio como delito en la legislación brasileña, se contabilizan al menos 11.859 mujeres asesinadas por razones de género, de acuerdo al Ministerio de Justicia.