El gobierno cubano reconoció que el sistema eléctrico enfrenta una situacióngrave” con apagones de hasta 21 horas diarias, debido al deterioro de las termoeléctricas, la falta de mantenimiento y la escasez de combustible. La Unión Eléctrica reporta un déficit diario de 1.600 megavatios, mientras se planea instalar parques solares para aliviar la crisis.


El director de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), Alfredo López, admitió en un programa de televisión estatal que el sistema eléctrico del país atraviesa una situación “muy difícil” y “grave”, caracterizada por “largas horas de apagón”. Según López, el sistema genera solo 45 gigavatios de los 63 necesarios diariamente, lo que resulta en cortes de energía que alcanzan hasta 21 horas al día en algunas provincias. El déficit energético, que supera los 1.600 megavatios (MW) en el horario pico nocturno, agrava las condiciones de vida en la isla, sumida en una profunda crisis económica desde hace más de cuatro años.
 

Los apagones diarios en la Isla suelen durar hasta 16 horas diarias
Los apagones diarios en la Isla suelen durar hasta 16 horas diarias

El colapso del sistema eléctrico, que en marzo de 2025 sufrió su cuarto apagón nacional en seis meses, se debe a múltiples factores. Las ocho termoeléctricas del país, con más de 40 años de antigüedad, están desgastadas y carecen de mantenimiento adecuado desde 2017, según López. La falta de financiamiento, atribuida por las autoridades al embargo estadounidense, limita las reparaciones y la modernización de la infraestructura. Además, la escasez de diésel y fueloil, combustibles esenciales para las termoeléctricas, centrales flotantes alquiladas a una empresa turca y generadores, agrava el problema. López señaló que un mayor suministro de diésel reduciría significativamente los cortes.
 

El viceministro primero de Energía y Minas, Argelio Jesús Abad, describió la situación como de “extrema complejidad” durante el mismo programa televisivo. Ambos funcionarios destacaron que el gobierno trabaja en soluciones a largo plazo, como la instalación de 51 parques solares de tecnología china, que se espera generen 1.115 megavatios para enero de 2026. Sin embargo, estas iniciativas no resuelven la crisis inmediata, que han generado un fuerte descontento social y críticas. 

La red eléctrica cubana depende en gran medida de combustibles fósiles, con un 95% de la generación basado en petróleo, de los cuales el 48% es importado, según expertos citados por El País. Cuba produce solo 40.000 de los 120.000 barriles diarios de crudo que consume, dependiendo de aliados como Venezuela, México y Rusia, cuyos envíos han disminuido. Las centrales flotantes turcas, contratadas desde 2018, aportan cerca del 25% de la electricidad, pero también enfrentan problemas por la falta de diésel. Los apagones, frecuentes desde el fin de la pandemia, se han intensificado desde agosto de 2024, con afectaciones que en octubre alcanzaron el 51% del país.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel enfrenta crecientes presiones por la crisis energética, que daña la economía —que se contrajo un 1,9% en 2023— y alimenta el malestar social, como se vio en las protestas de julio de 2021. Mientras las autoridades buscan soluciones, como la reconexión de termoeléctricas tras reparaciones parciales, expertos como Jorge Piñón advierten que sin un cambio en el modelo económico centralizado, la red eléctrica seguirá colapsando. La población, meanwhile, enfrenta cortes que limitan el acceso a alimentos, agua y servicios básicos, en un contexto de alta inflación y escasez.