El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, aliado del presidente Emmanuel Macron, logró resistir dos mociones de censura en la Asamblea Nacional, luego de que aceptara suspender el aumento en la edad jubilatoria (que pasaría de 62 a 64 años), y de esta manera logró destrabar el apoyo clave del Partido Socialista que se abstuvo de votar ambos expedientes que buscaban su destitución.

De estas maneras, las dos mociones de censura obtuvieron 271 y 144 votos a favor respectivamente —lejos de los 289 necesarios—, por lo que la abstención del socialismo francés y la división de la oposición jugó un papel fundamental en el sostenimiento de un Gobierno frágil desde su génesis. 

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Crisis política en Francia: Macron suspende aumento en la edad jubilatoria y evita la destitución de su primer ministro

A pesar de los intentos por derecha, con el partido de ultraderecha Agrupación Nacional, liderado por Marine Le Pen, y de los intentos por izquierda con Francia Insumisa (LFI), Lecornu salió airoso de ambas mociones de censura y por lo pronto, logró preparar el terreno para la discusión del presupuesto 2026, donde la administración de Macron ejecutará fuertes recortes y que sin duda será un punto de álgidos debates con la oposición.

Cabe mencionar que actualmente, Francia, segunda economía de la UE, enfrenta una deuda pública que alcanza el 112% del PIB — tercera más alta del bloque tras Grecia e Italia—, nivel de endeudamiento que impulsa al Gobierno de Macron a avanzar con recortes principalmente en la inversión social, lo que ha despertado fuertes malestares en la población francesa.

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Con un déficit fiscal estimado en un 5,4% del PIB para este año, el gobierno galo camina en la cuerda floja, con un nivel elevado de deuda que pone en jaque a la economía de la segunda mayor economía de la zona euro, detrás de Alemania. El proyecto enviado por el antecesor de Lecornu, François Bayrou, preveía un recorte de 30.000 millones de euros en el presupuesto 2026, y establecía un objetivo de déficit en el 4,7% del PIB.

Con un crecimiento estimado del 1% del PIB, de cara al 2026, el Gobierno francés proyectaba un aumento en la tasa de impuestos obligatorios del 43,6% al 43,9% del PIB, mientras que el peso del gasto público se reduciría del 56,8% al 56,4% del PIB en un año.