El príncipe William asume el liderazgo mientras que Carlos III reduce sus funciones reales
La delegación de responsabilidades ha sido necesaria para asegurar la continuidad de la monarquía.
Debido a su diagnóstico de cáncer en 2024 y el tratamiento oncológico en curso, el monarca Carlos III ha reducido significativamente sus funciones públicas. Esto ha llevado a que el príncipe William, como heredero al trono, asuma un rol más prominente, tomando a su cargo varias responsabilidades reales para garantizar la continuidad de la monarquía británica.
Especulaciones sobre una posible abdicación han surgido, especialmente tras la abdicación de la reina Margarita de Dinamarca, con algunos, como el exmayordomo Paul Burrell, sugiriendo que Carlos III podría tener un "plan de 10 años" para ceder el trono a William.
Sin embargo, expertos como Robert Hardman y Antonio Caprarica sostienen que Carlos III no tiene intención de abdicar pronto, ya que está comprometido a servir como rey a pesar de su enfermedad.
Por ahora, William ha tomado un papel más activo, incluyendo eventos significativos como su investidura como Gran Maestre de la Orden del Baño en mayo de 2025, lo que refuerza su preparación para un futuro reinado, ya sea por abdicación o por el fallecimiento de Carlos III.
La enfermedad de Carlos III, junto con la recuperación de la princesa de Gales, Kate Middleton, tras su propia cirugía abdominal y diagnóstico de cáncer en 2024, ha generado presión sobre los miembros activos de la familia real, particularmente sobre el príncipe William.
William ha enfrentado un "verdadero peso" al equilibrar sus responsabilidades como heredero, esposo y padre. Fuentes reales han destacado su capacidad para mantener la compostura en público, mostrando empatía y compromiso, cualidades que se espera definan su futuro reinado.