A través de la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, el gobierno de Estados Unidos confirmó que adquirirá una cantidad limitada de carne vacuna argentina en el mercado, en medio de las negociaciones comerciales bilaterales entre ambos Gobiernos, al tiempo que emitió una advertencia formal sobre los riesgos sanitarios asociados a la fiebre aftosa en el país sudamericano, lo que podría impactar en los volúmenes futuros de exportación y en la confianza del mercado internacional.

La funcionaria de Trump se refirió de esta manera a la compra de carne producida en el país sudamericano, y rebajó las expectativas iniciales que se habían generado tras las negociaciones emprendidas entre ambos gobiernos. “Creo que vamos a tener más información en los próximos días, pero como parte de esas doce millones de toneladas métricas, no será mucho lo que compremos”, señaló Rollins.

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Brooke Rollins, secretaria de Agricultura de Donald Trump que descartó la compra de grandes cantidades de carne en Argentina.
Brooke Rollins, secretaria de Agricultura de Donald Trump que descartó la compra de grandes cantidades de carne en Argentina.

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Según lo explicado por Rollins, el mercado estadounidense consume cerca de doce millones de toneladas de carne al año, de los cuales al menos 10 toneladas son cubiertas con producción propia, por lo que en ese marco las posibilidades para adquirir carne argentina son aún más acotadas.

Los otros dos millones se producen en el extranjero y hay diferentes partes de eso. Está McDonald’s y la carne molida versus los cortes musculares reales, que son para muchos estadounidenses la parte saludable de esto”, indicó.

Además de las limitaciones en cuanto a cupo, la titular de la cartera de Agricultura en la administración Trump advirtió por un inexistente “brote de aftosa” en el país, hecho que utilizó para blindar su postura de efectuar compras reducidas de carne al mercado argentino.

Sobre este punto, cabe mencionar que desde hace 24 años el país fue declarado libre de Aftosa por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), y en junio de este año esa condición volvió a ser ratificada.

“Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa y en el Departamento de Agricultura tenemos que garantizar que nuestra industria ganadera esté segura”, había expresado en sus declaraciones Rollins, quien además hizo hincapié en proteger la industria ganadera estadounidense.