Esta madrugada, alrededor de la 1:00 a.m., aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza un nuevo vuelo procedente de Estados Unidos con siete ciudadanos argentinos deportados bajo la política migratoria endurecida del gobierno de Donald Trump.

Se trata del cuarto vuelo de este tipo en lo que va del año, lo que eleva el total de deportaciones de argentinos a casi 50 desde junio de 2025.

El avión, un Airbus A320-214 de la empresa GlobalX (contratada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas - ICE de EE.UU.), despegó desde territorio estadounidense y realizó una escala técnica en Guayaquil, Ecuador, antes de llegar a Buenos Aires.

El operativo se realizó con un fuerte hermetismo, similar a los anteriores: los deportados pasaron controles de Migraciones y quedaron bajo custodia temporal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), pero fueron liberados poco después para reunirse con familiares que los esperaban en la terminal privada.

Las expulsiones forman parte de la campaña masiva de deportaciones impulsada por la administración Trump, que busca repatriar a personas que violaron leyes de inmigración, como ingresos irregulares, vencimiento de visas o condenas por delitos menores.

En este grupo, al menos dos tenían antecedentes: uno por un caso de explotación sexual y otro por conducir en estado de ebriedad.

Sin embargo, varios de los afectados habían vivido en EE.UU. por más de 25 años, construyendo familias, trabajos y propiedades que ahora perdieron.

Cabe recordar que estos vuelos son chárter financiados por EE.UU. y coordinados con la Cancillería argentina, marcando un cambio respecto a deportaciones previas que se hacían en vuelos comerciales.

El embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, minimizó el impacto: "Es más o menos cero" en comparación con las 200 mil deportaciones totales de EE.UU. en 2025.