La Justicia laboral de Barcelona dictó una resolución que marca un antes y un después en la jurisprudencia española. El Juzgado de lo Social número 31 reconoció que los efectos adversos de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19 pueden ser considerados accidente laboral, en un fallo que beneficia al profesor Pedro García, quien en 2021 fue inoculado en calidad de trabajador esencial.

El caso de Pedro García

García, docente de Física y Química en el Institut Infanta Isabel d’Aragó, sufrió una trombosis severa semanas después de recibir la vacuna Vaxzevria. Estuvo más de tres semanas hospitalizado, incluyendo una en terapia intensiva. El diagnóstico confirmó una trombocitopenia trombótica inmune inducida por la vacuna, reacción ya reconocida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

El fallo, emitido el 17 de marzo, subrayó que la asignación de la vacuna estuvo directamente vinculada a su rol profesional. En consecuencia, el tribunal consideró que las secuelas deben ser tratadas como accidente de trabajo y no como enfermedad común, lo que garantiza al afectado una cobertura social más amplia.

Querellante. El docente Pedro García llevó el reclamo a la Justicia de Barcelona.
Querellante. El docente Pedro García llevó el reclamo a la Justicia de Barcelona.
El Periódico

La defensa y el impacto del fallo

El docente presentó su demanda con el patrocinio del abogado Francesc Feliu, especialista en Derecho Sanitario, quien logró que el tribunal reconociera el nexo causal entre vacunación y actividad laboral.

La Asociación de Trabajadores Esenciales Afectados por la Vacuna de AstraZeneca (ATEAVA) celebró la sentencia y la definió como “el primer gesto de justicia” tras años de reclamos. “Es un reconocimiento público al recorrido de estos cuatro años de silenciamiento”, destacaron desde la organización.

Estado de salud y proyecciones

Actualmente, García continúa bajo controles médicos debido a una obstrucción permanente en la vena hepática, que si bien mantiene su estado funcional estable, podría generar complicaciones a futuro.

Este fallo abre un precedente jurídico que permitirá a otros trabajadores esenciales afectados por reacciones adversas reclamar indemnizaciones y exigir que sus secuelas sean reconocidas dentro del ámbito laboral.