El Parlamento francés tumbó este lunes a su segundo gobierno en menos de un año durante un tenso debate consagrado a la deuda pública, en un clima político marcado por la falta de mayorías y las crecientes presiones sociales.

El primer ministro François Bayrou, de 74 años, presentó su plan presupuestario para 2026 con 44.000 millones de euros en recortes, pero perdió la moción de confianza que él mismo había solicitado. Con 364 votos en contra y solo 194 a favor, fue destituido tras advertir sin éxito sobre la situación de “emergencia vital” de la segunda economía de la Unión Europea debido a su “sobreendeudamiento”.

El trasfondo de la crisis

Desde el fallido adelanto electoral de 2024, Francia vive una inestabilidad prolongada con deuda pública cercana al 114% del PIB y un Parlamento dividido en tres bloques (izquierda, centroderecha y ultraderecha).

La caída de Bayrou lo convierte en el cuarto primer ministro de Macron desde 2022 y refuerza las dudas sobre la capacidad de su gobierno para alcanzar consensos.

Afuera. François Bayrou fue destituido por una mayoría apabullante y el gobierno francés se encamina a una nueva crisis.
Afuera. François Bayrou fue destituido por una mayoría apabullante y el gobierno francés se encamina a una nueva crisis.
Clarín

Escenarios posibles: elecciones o nuevo premier

El rechazo a los recortes reavivó el malestar social. Este lunes se realizaron concentraciones en distintas ciudades y los sindicatos convocaron a una huelga masiva para el 18 de septiembre bajo el lema “Bloqueemos todo”.

Frente a este panorama, las opciones que se abren son tres:

  • Convocar elecciones legislativas anticipadas, como reclama Marine Le Pen, aunque ella no podría presentarse por su condena judicial.
  • Nombrar un nuevo primer ministro, con el desafío de conciliar demandas opuestas. Desde la oposición socialista, Boris Vallaud afirmó: “Estamos listos, que venga a buscarnos”.
  • La dimisión de Macron, algo que ya descartó pero que reclama la izquierda radical. Según un sondeo de Odoxa-Backbone, el 64% de los franceses apoyaría esa salida.

El factor económico

Los mercados miran con atención el desenlace político. El viernes, la agencia Fitch dará a conocer su nueva calificación sobre la deuda soberana francesa. En marzo ya había advertido que degradaría la nota si no se implementaba un “plan creíble” de reducción.

El informe de JP Morgan advirtió que la “aplastante victoria peronista en las elecciones intermedias de la provincia de Buenos Aires indica una prima de riesgo político prolongada” para la Argentina, pero ahora los analistas financieros ven en Francia un escenario similar: inestabilidad institucional y presión de los mercados sobre la deuda.