El Ministerio de Salud de Irán confirmó en las últimas horas un balance estremecedor tras los ataques lanzados por Israel desde el pasado viernes 13 de junio: al menos 430 personas murieron y más de 3.500 resultaron heridas como consecuencia directa de la escalada bélica entre ambos países.

“Irán confirma 430 muertos y 3.500 heridos en los primeros siete días de guerra con Israel”, detallaron fuentes sanitarias oficiales, al tiempo que advirtieron que las cifras podrían actualizarse debido a la magnitud de los daños.

Víctimas civiles y daños colaterales

Entre los fallecidos figuran decenas de niños y un número importante de civiles, según denunciaron autoridades iraníes, que acusan al gobierno israelí de haber dirigido sus ataques contra centros de población no militarizados.

Uno de los episodios más trágicos ocurrió en Qom, donde un bombardeo sobre un edificio residencial dejó al menos dos muertos, entre ellos una adolescente.

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Golpe inédito al poder militar iraní

Además de los daños en zonas urbanas, la cúpula del régimen iraní sufrió un número inédito de bajas desde la Revolución Islámica de 1979. Según fuentes oficiales, al menos treinta miembros de las Fuerzas Armadas y una docena de científicos nucleares fueron asesinados en ataques selectivos.

“Desde que la Revolución Islámica triunfó en Irán en 1979, la cúpula del régimen de los ayatolás nunca había sufrido el número de bajas que le está infligiendo la actual ofensiva israelí”, aseguraron voceros del gobierno.

Respuesta iraní: más de 800 proyectiles contra Israel

Por su parte, Israel reportó 24 muertos y más de 1.200 heridos tras los contraataques iraníes, que incluyeron el lanzamiento de más de 450 misiles y 400 drones contra diversos objetivos en territorio israelí. Las autoridades locales continúan evaluando los daños mientras se refuerzan las defensas aéreas en puntos estratégicos.

El conflicto sigue escalando con consecuencias devastadoras para ambos países y la comunidad internacional mantiene la atención sobre la evolución de la crisis.