La Policía Federal de Brasil reveló que el expresidente Jair Bolsonaro, quien se encuentra frente a un proceso penal por su participación durante el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva, habría planeado solicitar asilo político en la Argentina, al mandatario Javier Milei, como una alternativa a mano en caso de que necesitara evadir a la Justicia de su país.

El borrador del documento con el que Bolsonaro planeaba solicitar asilo político en el país fue hallado en uno de los teléfonos que le fueran incautados en el marco del proceso penal que se lleva en su contra. “Yo, Jair Messias Bolsonaro, solicito asilo político a su excelencia en la República de Argentina, de carácter urgente, ya que me encuentro en una situación de persecución política en Brasil y temo por mi vida”, reza parte del texto.

Si bien el documento no tiene una fecha de redacción específica, la investigación llevada a cabo por las autoridades brasileras determinó que el borrador fue redactado el pasado 10 de febrero de 2024, días después de un allanamiento llevado a cabo en la casa del exmandatario.

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Documento hallado en uno de los teléfonos móviles secuestrados al exmandatario.

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“La información encontrada indica (...) que Bolsonaro tenía en su poder un documento que le permitiría huir de Brasil en dirección a la República Argentina, especialmente después de que la Policía Federal iniciara una investigación, con la identificación de materialidad y autoría criminal en relación con los delitos de abolición violenta del Estado Democrático, cometidos por una organización criminal”, aseguró la Policía tras la publicación del documento.

En tanto, se sabe que otro de los posibles destinos de refugio que Jair Bolsonaro habría barajado sería Hungría, con cuyo actual primer ministro, Víctor Orban, mantiene una excelente relación en términos personales y políticos. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido con Argentina, no se encontró un documento que comprobara que planeara fugarse a ese país.

Mientras tanto, Bolsonaro se mantiene con prisión domiciliaria y con la obligación de portar una tobillera electrónica y una prohibición en su contra para utilizar sus redes sociales.

Asimismo, se espera que el juicio contra el expresidente comience en septiembre próximo, en un proceso donde podría llegar a recibir hasta 40 años de prisión.