La administración de Donald Trump ordenó la suspensión temporal de nuevas entrevistas para visas de estudiantes internacionales (categorías F, M y J) en embajadas y consulados de EE.UU., según un comunicado del Departamento de Estado firmado por el secretario Marco Rubio.

Esta medida, reportada por Político, entró en vigor este 27 de mayo y busca implementar una política de verificación ampliada que incluye un análisis exhaustivo de las redes sociales de los solicitantes. No se ha precisado cuándo se reanudarán las entrevistas, lo que genera incertidumbre para miles de estudiantes que planeaban estudiar en Estados Unidos.

Además, en las últimas semanas, se han revocado más de 1,500 visas de estudiantes internacionales en más de 200 universidades, según datos de CNN. Estas revocaciones, que afectan a estudiantes de instituciones como Harvard, Stanford y la Universidad de Texas, a menudo se han realizado sin notificación previa ni explicación clara. En algunos casos, se vinculan a actividades propalestinas o infracciones menores, como multas de tránsito, aunque muchos estudiantes no tienen antecedentes penales.

Las universidades han expresado preocupación por el impacto económico y académico.
Las universidades han expresado preocupación por el impacto económico y académico.

La Casa Blanca defiende estas acciones bajo una Ley de 1952 que permite expulsar a extranjeros por motivos de seguridad nacional o política exterior.

Las universidades han expresado preocupación por el impacto económico y académico, ya que los estudiantes internacionales aportaron 44 mil millones de dólares y 370 mil empleos a la economía de Estados Unidos en 2024, según NAFSA.

Un juez federal bloqueó recientemente algunas de estas medidas, calificándolas de "arbitrarias y caprichosas", pero la suspensión de nuevas entrevistas persiste, generando temor entre los estudiantes y desafíos legales en curso.

Cabe recordar que la universidad cuenta con unos 6800 estudiantes internacionales, lo que representa el 27% de su matrícula total. El presidente de Harvard, Alan M. Garber, calificó la cancelación de su capacidad para matricular a estudiantes internacionales como un golpe potencialmente devastador.