Este 7 de octubre se cumplen exactamente dos años desde el brutal ataque terrorista perpetrado por Hamás contra Israel, un evento que marcó el inicio de la guerra más devastadora en la región en décadas.

Este asalto, conocido como la "Inundación de Al-Aqsa" por Hamás, fue el más mortífero contra civiles israelíes desde el Holocausto, dejando un saldo de horror que aún resuena en el mundo.

Cabe recordar que, en la madrugada del sábado 7 de octubre de 2023, miles de cohetes lanzados desde Gaza abrumaron el sistema de defensa Iron Dome de Israel. Al mismo tiempo, aproximadamente 3 mil combatientes de Hamás y otros grupos armados palestinos irrumpieron en el sur de Israel a través de la frontera, utilizando bulldozers, explosivos y vehículos. Atacaron kibutzim (comunidades agrícolas), bases militares y el festival de música Nova, cerca de Kibutz Reim.

Alrededor de 1.200 personas murieron, la mayoría civiles (incluyendo niños, mujeres y ancianos). Entre ellas, 46 eran estadounidenses y decenas de otras nacionalidades, como argentinos. Se documentaron atrocidades sistemáticas: violaciones, torturas, mutilaciones, quema de hogares con familias dentro y ejecuciones en masa.

Según trascendió 251 personas fueron tomadas como rehenes y arrastradas a Gaza, incluyendo niños y ancianos. Muchos sufrieron abusos durante su cautiverio.

Fue un ataque coordinado y sorpresa, planeado durante años, que duró horas antes que las fuerzas israelíes recuperaran el control total el 10 de octubre.

Este acto de terrorismo no solo buscaba infligir daño máximo, sino también desestabilizar a Israel, según análisis de inteligencia.

Hamás lo celebró como una "victoria", pero desencadenó una respuesta militar israelí en Gaza para eliminar la amenaza del grupo.

Israel conmemoró el aniversario con solemnidad, pero sin grandes ceremonias oficiales debido a la festividad judía de Sucot. En cambio, hubo vigilias silenciosas en kibutzim como Kfar Aza y Be'eri (donde murieron decenas), y un evento principal en el Parque Yarkon de Tel Aviv con 30 mil asistentes, organizado por familias de víctimas.

El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió "continuar actuando para lograr todos los objetivos de la guerra", incluyendo la liberación de rehenes y la destrucción de Hamás.

En Israel: La sociedad está dividida y traumatizada. Sobrevivientes y familias exigen accountability por fallos de inteligencia. El sitio del festival Nova, donde murieron 364 personas, se convirtió en un memorial improvisado con una sukkah (choza festiva) en honor a las víctimas.

Líderes como el primer ministro británico Keir Starmer lo calificaron de "horroroso" y "mal absoluto". El Departamento de Estado de EE.UU. lo recordó como el "ataque terrorista más brutal en la historia de Israel", destacando a las 46 víctimas estadounidenses. Sin embargo, ha surgido un aumento del 20% en incidentes antisemitas en países como Alemania y EE.UU., con protestas que romantizan a Hamás en universidades y calles.

Israel niega acusaciones de genocidio (como las de una comisión de la ONU), argumentando que Hamás se esconde entre civiles y que toma medidas para minimizar daños colaterales.

Hamás, por su parte, exige un cese al fuego permanente y retiro israelí para liberar rehenes.

El conflicto se ha expandido: Irán y sus proxies (Hezbolá, hutíes) han intensificado ataques, llevando a Israel a una "guerra en siete frentes".

Hoy, delegaciones israelís y de Hamás se reúnen en Sharm el-Sheij (Egipto) para negociaciones indirectas, impulsadas por un plan de 20 puntos de la administración Trump. Incluye liberación de rehenes, retiro parcial israelí y reconstrucción de Gaza bajo supervisión internacional.

Trump expresó optimismo, pero Hamás, a través de su líder Khalil al-Hayya, promete "victoria en la Conquista de Jerusalén".

Los homenajes a las víctimas del 7 de octubre comenzaron en los últimos días. Hubo homenajes en distintas comunidades a lo largo de la frontera con Gaza.

Murieron cerca de 67.160 palestinos, dejando a la Franja de Gaza en ruinas.
Murieron cerca de 67.160 palestinos, dejando a la Franja de Gaza en ruinas.

Los vecinos, que hoy viven en la comunidad de Kiryat Gat, se reunieron en el cementerio local. Además, colocaron 1200 banderas israelíes en recuerdo de las víctimas.

En Estados Unidos, la International Fellowship of Christians and Jews (IFCJ) realizó la segunda edición de su campaña global “Flags of Fellowship” - “Banderas de Amistad”-, considerado el evento de conmemoración más grande realizado en Estados Unidos desde el inicio de la guerra, dijo la AJN.

En el homenaje, celebrado desde el 2 de este mes y que se extenderá hasta el miércoles, participaron más de 1300 iglesias, universidades y sinagogas de todo el país.

Hasta este lunes, se plantaron más de 1,5 millones de banderas de Israel en sus jardines y campus. Cada institución instaló 1200 banderas, en memoria de las 1200 víctimas asesinadas durante la masacre del 7 de octubre de 2023.

En la Ciudad de Buenos Aires, este martes a las 18, habrá “un abrazo simbólico a los cautivos” en el Parque Centenario. “Será un gesto colectivo, simple pero inmenso, vamos a unirnos bajo el lazo amarillo, símbolo de esperanza y fuerza, para gritar con el corazón en alto: ¡Que vuelvan todos los secuestrados ya!”, afirmó un comunicado difundido por los organizadores.