Tras 20 años del MAS, Bolivia giró a la derecha y habrá balotaje entre dos candidatos conservadores
Previsto para el próximo 19 de octubre, el balotaje marcará un precedente en la historia del país, tras dos décadas de dominio político del Movimiento Al Socialismo.
Por primera vez en su historia, Bolivia acudirá a un balotaje el próximo domingo 19 de octubre entre los dos candidatos más votados tras la primera vuelta de los comicios presidenciales. Por un lado, la sorpresa: el senador y exalcalde de Tarija, Rodrigo Paz, quien obtuvo el 31,3 % de los votos y por otro lado, el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, con el 27,3% de los apoyos. En tanto, la opción de voto nulo, militada por Evo Morales, sumó el 19,01% casi seis veces más que su promedio histórico.
En una de las elecciones más observadas en el país en el último tiempo, casi el 78% de los bolivianos habilitados para votar concurrió a las urnas, en un contexto de severa crisis económica y escasez de combustibles y artículos de primera necesidad, entre otros. El resultado fue claro: un escenario fragmentado tras el cual el país disputará su primer balotaje en la historia, tras su instauración en el 2009.
Es que, tras las voluntades reunidas por Paz y Quiroga, el multimillonario empresario Samuel Doria Medina reunió alrededor del 20%, cifra similar a la alcanzada por el voto nulo, la opción militada por Evo Morales. En tanto, Andrónico Rodríguez, (senador cercano a Morales, a pesar de haber sido tachado de “traidor” por el exmandatario), obtuvo el 8% de los votos, seguido por el exmilitar Manfred Reyes con el 6,6 % y el candidato del MAS, y ministro de Gobierno de Luis Arce, Eduardo Del Castillo, quien obtuvo el 3,1%.
Los comicios pusieron fin a la supremacía del MAS en las urnas observada durante los últimos 20 años, al tiempo que resultaron un durísimo golpe al Gobierno de Arce, cuyo candidato quedó relegado a uno de los últimos lugares. Al mismo tiempo, el escrutinio revela el impacto de la estrategia convocada por Morales en la previa de los comicios: la militancia del voto nulo, opción que sextuplicó su caudal en comparación con los resultados de elecciones anteriores.
No obstante, vale mencionar que la sumatoria de votos entre Castillo, Rodríguez e incluso el voto nulo militado por Morales, le daría a un MAS "unificado" un porcentaje cercano al 30%, es decir que aún así estaría detrás de los sufragios obtenidos por el exalcalde de Tarija Rodrigo Paz.
Lo cierto es que los resultados de estos comicios definieron la composición de la Asamblea Legislativa Plurinacional donde (a pesar de las divisiones internas) tras años de mantener una fuerte presencia tanto en Diputados como en Senadores, el MAS y sus sectores afines quedarán sin senadores, en vista de los resultados obtenidos, y apenas con una magra cantidad de diputados.
En tanto, una de las curiosidades arrojadas por estas elecciones es que Paz, quien aparecía como uno de los “tapados”, y a quienes las encuestas de la previa no daban un porcentaje mayor al 3,1%, obtuvo un porcentaje diez veces mayor, y se convirtió en la verdadera sorpresa. Sin embargo, cabe aclarar que, de acuerdo a lo previsto por la ley boliviana, un candidato puede ganar la presidencia en primera vuelta si obtiene más del 50% de los votos válidos, o al menos el 40% con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo, por lo que, tanto Paz como Quiroga volverán a verse las caras el 19 de octubre.
La caída del MAS
La foto simbólica de estos comicios es sin dudas la caída en desgracia de un espacio que supo gobernar los destinos del país durante los últimos 20 años (con la interrupción marcada por el golpe de Estado en 2019 - 2020) y que en los últimos tiempos fue presa de la pelea interna entre sus dos principales referentes, por un lado Luis Arce, el actual presidente, y por el otro, el expresidente e histórico referente cocalero, Evo Morales en una situación que, sumada a la inhabilitación de este último, dejó en una situación de “orfandad” al partido.
Lo cierto es que además de la pelea política interna, la situación económica que atraviesa el país desempeñó un papel determinante: una escasez de divisas agobiante para la economía, ocasionada por una caída en las exportaciones devenida del declive de los envíos de gas, a lo que se suma una inflación en aumento (provocada por la suba del combustible y la escasez de productos básicos, lo que incrementa aún más su valor) y el aumento de la conflictividad social, con piquetes que duraron días en las principales rutas del país y agravaron aún más la frágil situación, todos esos factores eclosionaron en los resultados de este domingo: un contundente giro del país hacia candidatos referenciados con la centro derecha.
Las repercusiones
Por su parte, tras los resultados de los comicios (donde su gestión fue duramente castigada), Arce se expresó a través de X, de cara a la segunda vuelta el próximo 19 de octubre. “Ahora, la palabra la tiene el pueblo boliviano. Estamos seguros que en la segunda vuelta, nuestra población reafirmará una vez más que los bolivianos resolvemos nuestros problemas por la vía pacífica, demostrando nuevamente esa vocación democrática que siempre nos ha caracterizado. ¡Venció la democracia! ¡Viva Bolivia en su Bicentenario! ¡Viva nuestra democracia!”, manifestó.
Por su parte, el vencedor de la primera vuelta bregó por una reconciliación nacional, al tiempo que expresó que el país no sólo necesita de un cambio de Gobierno, sino de un cambio de sistema político. “No hemos ganado nada todavía. Lo que tenemos es el derecho a jugar una final. Y esa final se tiene que ganar de aquí a dos meses. Nada se gana hasta que se gana”, aseveró Paz tras la difusión de los primeros resultados.
Las elecciones del próximo 19 de octubre terminarán por definir el rumbo adoptado por el país, que atraviesa la peor crisis económica en los últimos 20 años, con inflación, escasez de productos, bloqueos, y una inestabilidad política que se ha vuelto un denominador constante en el último tiempo.