Permisos especiales en riesgo tras el fallo del máximo tribunal

La Corte Suprema de Estados Unidos avaló al gobierno de Donald Trump para que avance con la cancelación del parole humanitario que había beneficiado a más de 500.000 migrantes provenientes de países como Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

Esta figura legal permitió durante la gestión de Joe Biden el ingreso temporal de personas que no cumplían con los requisitos tradicionales de una visa, pero solicitaban ingresar por “razones humanitarias urgentes” o por “un beneficio público significativo”, según la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

La resolución del tribunal revoca una decisión anterior de un juez federal que impedía eliminar el programa, lo cual habilita la posibilidad de que quienes estaban amparados por este permiso sean deportados. La medida fue acompañada por la disidencia de las juezas Ketanji Brown Jackson y Sonia Sotomayor, quienes advirtieron sobre el impacto humanitario de la decisión.

“La orden judicial deja en el olvido las vidas de medio millón de migrantes a nuestro alrededor antes de que los tribunales decidan sus demandas legales”, escribió Jackson en su opinión discrepante.

Reacciones del gobierno y críticas de organizaciones

Desde la Casa Blanca, el subjefe de gabinete Stephen Miller celebró la decisión judicial: “La Corte Suprema intervino con justicia”, declaró a CNN, y aseguró que el gobierno ahora tiene vía libre para expulsar a “500.000 invasores”.

La política de parole humanitario había sido impulsada por la administración Biden con condiciones específicas: los solicitantes debían contar con un patrocinador estadounidense que asumiera la responsabilidad financiera, tener pasaporte, y presentar una solicitud electrónica individual.

El abogado Julio César Henríquez, profesor de la Universidad de Boston, explicó el procedimiento: “Una persona en EE.UU., un ciudadano o un residente, realizaba una solicitud electrónica para pedir por una tercera persona que estaba fuera del país, alegando razones humanitarias”, y añadió: “Una vez recibida la respuesta afirmativa la persona podía viajar a EE.UU. y entrar”.

Desde la ONG WOLA, su directora Carolina Jiménez remarcó que el beneficio “no se le otorgaba a cualquiera”, y aclaró que cada solicitud era analizada caso por caso.

Aval. La Corte Suprema estadounidense le dio luz verde al plan de Trump para expulsar a 500.000 inmigrantes.
Los Angeles Times

Un programa con siete décadas de historia

El parole humanitario no es nuevo. Tiene su origen en 1956, cuando el presidente Dwight Eisenhower permitió el ingreso de 30.000 refugiados húngaros. Desde entonces, ha sido utilizado en distintas administraciones frente a crisis humanitarias, incluyendo el ingreso de cubanos, vietnamitas y laosianos durante la Guerra Fría, y más recientemente, ucranianos desplazados por la invasión rusa.

Aunque su otorgamiento fue objeto de reformas legales para limitarlo a casos individuales, su uso se mantuvo en pie como herramienta de auxilio ante conflictos bélicos, persecuciones o catástrofes humanitarias.