Ucrania propuso una nueva ronda de negociaciones con Rusia para intentar reactivar el diálogo
El gobierno de Kiev busca retomar las conversaciones diplomáticas tras un estancamiento de más de un mes y exige señales concretas de voluntad por parte del Kremlin.
Zelenski impulsa un nuevo intento de acercamiento diplomático
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció este sábado que su país propuso a Rusia una nueva ronda de negociaciones de paz para la semana próxima, con el objetivo de reactivar un diálogo interrumpido desde principios de junio.
En su mensaje diario, el mandatario aseguró que Rustem Umerov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, “propuso la próxima reunión con la parte rusa para la semana que viene”. Además, remarcó la importancia de “acelerar el impulso de las negociaciones”.
Ucrania insiste en un encuentro directo entre mandatarios
En paralelo, Zelenski reiteró su disposición a mantener una reunión cara a cara con su par ruso, Vladímir Putin, al señalar que “es necesaria una reunión a nivel de liderazgo para garantizar realmente la paz”.
Las rondas anteriores, celebradas en Estambul, no lograron avances hacia un cese al fuego, aunque sí facilitaron acuerdos para el intercambio de prisioneros y la restitución de cuerpos de soldados caídos.
Exigencias cruzadas y freno en las tratativas
Durante los encuentros previos, Rusia presentó demandas consideradas inaceptables por Kiev, como la cesión de más territorio ucraniano y el rechazo explícito al apoyo militar occidental. Estas condiciones fueron calificadas por Ucrania como "ultimátums inaceptables", lo que puso en duda la viabilidad del proceso.
A pesar de las tensiones, el Kremlin expresó recientemente su interés en continuar el diálogo, en un contexto marcado por la presión internacional.
Trump y la presión externa por una resolución
En ese marco, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso un plazo de 50 días para alcanzar un acuerdo, advirtiendo que, de no lograrse avances concretos, se implementarán nuevas sanciones contra Moscú.
Este plazo fue interpretado por analistas internacionales como un intento de reactivar el proceso diplomático, aunque también podría aumentar la tensión si las partes no logran acercar posiciones.