El cambio de hábitos de consumo en Argentina golpea de lleno a las grandes cadenas de supermercados. En las góndolas de Carrefour, los changuitos grandes quedaron casi vacíos, mientras los más chicos se disputan entre los clientes. El ticket promedio cayó de manera sostenida en lo que va del año, reflejando la contracción del poder adquisitivo y un nuevo escenario de consumo cotidiano.

Pero el fenómeno local coincide con una reorganización global del grupo francés. En su sede central de Massy, el CEO Alexandre Bompard conduce un proceso de redefinición estratégica que apunta a vender operaciones no prioritarias y a concentrar recursos en Francia, España y Brasil, los tres mercados donde el conglomerado conserva liderazgo.

El futuro de la filial argentina: siete candidatos en carrera

En Buenos Aires, la operación argentina de Carrefour —con más de 700 locales y 17.000 empleados— está bajo análisis. Según fuentes empresarias, la compañía recibió siete ofertas que evalúa junto al Deutsche Bank, designado como asesor financiero.

Entre los interesados figuran Coto, Cencosud (Jumbo), GDN (De Narváez), y varios fondos de inversión, entre ellos Klaff Realty, Sophia Capital, Newsan e Intercorp. Las propuestas oscilan entre 900 y 1.000 millones de dólares, una cifra considerablemente inferior a los 2.000 millones que el grupo pretendía en un inicio.

El esquema bajo estudio contempla mantener la marca y la red de franquicias, pero vender los hipermercados y los formatos Maxi, considerados los menos rentables en el contexto actual.

Caída en ventas y pérdida de liderazgo

Los números explican la decisión: el volumen de ventas cayó un 5% en el primer semestre, acumulando pérdidas por 220 millones de dólares en 2024. Además, Carrefour perdió el liderazgo del mercado supermercadista frente a Coto, que hoy alcanza el 22,3% de participación, mientras el grupo francés descendió al 21,1%.

El panorama económico, sumado a la retracción del consumo y al aumento de costos logísticos, aceleró la necesidad de redefinir su modelo en el país.

Góndolas. La casa matriz de Carrefour pretende desprenderse de los hipermercados y centrarse en los mercados de cercanía.
Diario Río Negro

Expansión silenciosa: el negocio de cercanía

Mientras avanza la negociación por su filial, Carrefour sigue expandiendo su formato de proximidad. En los últimos meses compró Super A, una cadena mendocina con casi 20 locales, e inauguró una nueva sucursal en Neuquén, en el corazón de Vaca Muerta.

Actualmente, la red Express suma 460 tiendas en todo el país, muchas bajo el modelo de franquicias, y se convirtió en la apuesta más rentable del grupo.

Un banco propio y una nueva tarjeta prepaga

Lejos de retirarse del todo, el grupo también lanzó una tarjeta prepaga virtual bajo la red Mastercard, emitida por el Banco de Servicios Financieros, con la que busca competir directamente con Mercado Pago y fidelizar a sus clientes. El plástico permite realizar compras tanto en los locales del grupo como en comercios adheridos, incluso en el exterior.

Esta iniciativa apunta a integrar servicios financieros y retail, una estrategia global que Carrefour impulsa para sostener su presencia en mercados donde la rentabilidad comercial se redujo.

Una redefinición sin retirada

Aunque la venta de parte de la operación argentina parece inminente, en la compañía aseguran que el objetivo no es una salida del país sino una reconfiguración del negocio: menos hipermercados, más cercanía, y una apuesta por el modelo digital y financiero que le permita adaptarse a los nuevos hábitos del consumidor argentino.