Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) industriales argentinas atraviesan un escenario de creciente incertidumbre y retracción competitiva. Según el más reciente informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), el 28% de las PYMES manufactureras reconocen haber perdido participación en el mercado interno durante el primer trimestre de 2025, como consecuencia directa del aumento en el ingreso de productos importados.

Este fenómeno no solo evidencia una sustitución de producción nacional por oferta extranjera, sino que pone en alerta a sectores estratégicos como la metalmecánica, textil, indumentaria, calzado, cuero y productos químicos, donde la competencia externa se vuelve cada vez más agresiva. En ese marco, un preocupante 42% de las firmas industriales relevadas considera que la amenaza de la importación ha crecido significativamente, superando incluso los registros críticos de 2016 y 2018.

Si bien se registró un aumento interanual del 15% en las ventas deflactadas, la producción física cayó un 3% en términos reales, revelando que gran parte del volumen comercializado no provino de bienes producidos localmente. Esta dinámica repercute directamente en el empleo: las PYMES informaron una caída del 5% en la ocupación, mientras que el 64% de las empresas relevadas también declaró haber sufrido una reducción en sus ventas.

El contexto inflacionario sigue impactando sobre los costos: el 51% de las PYMES reportó incrementos salariales por encima de lo previsto, y el 41% registró aumentos relevantes en materias primas, complejizando aún más la ecuación económica.

En respuesta, el Gobierno nacional anunció recientemente la eliminación de retenciones a las exportaciones para 4.411 posiciones arancelarias industriales, una medida que alcanzaría a unas 3.800 PYMES exportadoras. No obstante, la política aún no logra amortiguar el efecto que la apertura comercial genera en el ecosistema productivo local, sobre todo en aquellas firmas que dependen del mercado interno para su sostenibilidad.

Para el entramado pyme industrial argentino, la coyuntura exige un enfoque más integral: desde el fortalecimiento de las cadenas de valor hasta la implementación de mecanismos de protección inteligente que eviten la competencia desleal. Las cámaras empresarias advierten que la supervivencia de miles de firmas depende no solo de estímulos fiscales, sino de una planificación industrial con visión estratégica y federal.