De Córdoba al corazón porteño: la pizzería que conquista Buenos Aires horno a horno

Una tradición que cruza provincias (y fronteras)
Nacida en Córdoba en 2014 con un horno de leña como protagonista, Pizzería Popular se inspira en las cantinas napolitanas del 1800. Desde aquel primer horno encendido, la marca creció sin perder su esencia: productos simples, sabrosos y con ingredientes frescos. Hoy, suma más de 89 locales en seis países, con presencia destacada en Buenos Aires, donde ya se está ganando el corazón (y el paladar) de los amantes de la buena pizza.

Una carta amplia que va más allá de la pizza
El gran protagonista es, por supuesto, el disco de masa fina y sabrosa cocido al horno de leña, con combinaciones para todos los gustos. Desde los clásicos como la margarita o la napolitana hasta creaciones más osadas que incorporan sabores típicos del barrio donde se encuentra cada local, hay opciones para todos.
Pero Pizzería Popular no se queda solo en la pizza: también ofrece pastas caseras, sándwiches con pan de pizza horneado, ensaladas frescas y postres que invitan al final dulce, como tiramisú, budines y brownies caseros.

El ambiente: entre lo nostálgico y lo moderno
Cada sucursal de Pizzería Popular busca recrear la atmósfera de las antiguas cantinas napolitanas. Mesas largas para compartir, paredes de ladrillo, vajilla sencilla y una energía relajada que invita a quedarse charlando después de comer. El horno de leña, siempre visible, es el alma del lugar y transmite ese calor de hogar tan característico.

Comer en Pizzería Popular es más que saciar el hambre: es sumarse a una historia que se escribe horno a horno. Desde el momento en que uno entra, se siente la calidez del lugar, el aroma inconfundible de la masa horneándose, y ese espíritu comunitario que invita a compartir.

La pizza, con su base crujiente, salsa sabrosa y ingredientes frescos, habla por sí sola. Pero el detalle que completa la experiencia es la energía del equipo, siempre atentos y con buena onda, y el entorno que, aunque urbano, tiene un pie en la tradición y otro en la modernidad.