01/10/2024
Parece una ironía del destino. Estamos -y
especialmente estaremos- en un planeta dominado por la tecnología, donde la
inteligencia artificial se erige como el motor de un futuro que se acerca
rápidamente. En este contexto digital, el elemento humano se vuelve el factor
diferenciador, el valor añadido que se busca en los empleos.
Reflexionar con mayor profundidad y emplear la
inteligencia podría convertirse en el principal recurso en un mundo que, por
redundancia, se basa en la inteligencia artificial. Una de las investigaciones
más exhaustivas en tiempos recientes es la realizada por el Foro Económico
Mundial.
El Informe sobre el Futuro del Empleo 2023 examina
minuciosamente el efecto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral y
las competencias que serán necesarias en los próximos cinco años. Este
análisis, que incluye 45 economías y 673 millones de trabajadores, llegó a la
conclusión de que casi el 25% de todos los empleos (23%) enfrentará cambios
significativos en este lapso.
Según el estudio, en los próximos cinco años se
generarán 69 millones de nuevos empleos, aunque también se prevé la eliminación
de 83 millones de puestos, lo que dará lugar a una pérdida neta de 14 millones
de empleos, equivalente al 2% del total de la fuerza laboral mundial. Estas
cifras indican una transformación masiva que se avecina debido a la llegada de
la inteligencia artificial. Tanto los trabajadores como las empresas deberán
adaptarse a esta nueva realidad.
Martín De Simone, experto en educación y empleo del
Banco Mundial, señaló: 'Predecir el impacto exacto es complejo, ya que estamos
en un momento en que la automatización tradicional se combina con la IA
generativa. Mientras que la automatización tradicional solía afectar
principalmente a trabajos de menor calificación, la IA generativa tiene un
efecto más ambiguo, impactando tareas que requieren altos niveles de
calificación, con consecuencias tanto positivas como negativas'.
Históricamente, se ha considerado que los empleos
más susceptibles de ser reemplazados son aquellos de baja calificación, que
generalmente involucran tareas manuales. Sin embargo, debido al rápido avance
de la IA generativa, ahora muchas profesiones que corren peligro son
precisamente aquellas que requieren una alta formación, incluidas varias que
anteriormente se habían destacado como 'las profesiones del futuro',
aparentemente a salvo de la automatización. El caso más representativo son los
programadores.
Según De Simone, el impacto de la IA generativa
variará entre distintos sectores: 'En general, la habilidad de trabajar con IA
generativa -lo que algunos llaman la co-inteligencia- se volverá cada vez más
relevante en diversos campos profesionales. Algunas profesiones, como editores
y traductores, ya están experimentando impactos significativos. Pero mientras
la manufactura tradicional se ve amenazada por la automatización, tecnologías
como la impresión 3D están generando nuevas posibilidades para la producción
personalizada y local'.
El aspecto optimista, de acuerdo con el informe, es
el desarrollo que experimentarán áreas como la educación y la agricultura,
donde se anticipa un incremento de 3 y 4 millones de empleos, respectivamente.
Estos aumentos estarán favorecidos por factores demográficos y la
implementación de nuevas tecnologías. Además, la 'transición verde' promoverá
una elevada demanda de puestos relacionados con energías renovables y
tecnologías sostenibles. Se estima que se crearán un millón de empleos en
campos como la ingeniería de energías renovables, expertos en sostenibilidad y
protección ambiental.
Todavía no se ha determinado cómo será la
interacción de tareas entre seres humanos y máquinas, particularmente en las
profesiones que exigen razonamiento, comunicación y coordinación. No obstante,
Chris Meniw, director ejecutivo de Space Kids Foundation y cofundador de Humanversum,
menciona que la incorporación de la inteligencia artificial está abriendo
nuevas oportunidades en diversas industrias.
'Gracias a la fusión de lo físico, digital y biológico, varias industrias están impulsando su crecimiento. Tecnología, salud, comercio electrónico y fintech serán grandes generadores de empleo. La transformación digital es imparable y la personalización del consumo, especialmente en los sectores de la educación y la salud, dará un salto exponencial'. El estudio del Foro Económico Mundial también indica que el 75% de las compañías encuestadas tiene la intención de incorporar la inteligencia artificial generativa en sus procesos. Esta tendencia podría automatizar una variedad considerable de tareas, impactando principalmente a cajeros, administrativos, secretarias y contadores.
Alejandro Melamed, experto en recursos humanos y
referente en el futuro laboral, sostiene que la digitalización no debería
considerarse únicamente como un riesgo: 'En realidad, prácticamente ninguna
industria quedó al margen de la digitalización y de la inteligencia artificial:
desde el entretenimiento, la salud, la industria automotriz, hasta el sector
financiero. Hoy la pregunta no es si tenés inteligencia artificial, sino cómo
la utilizás. Ya no importa si te dedicas a la medicina, la moda o la
agricultura, todas están atravesadas por la digitalización. Lo importante es
cómo te apalancas en la tecnología para potenciarte. La inteligencia artificial
no solo reemplaza trabajos, también crea nuevas oportunidades en cada
industria'.
Sin embargo, aquí radica la paradoja: las
competencias más solicitadas serán principalmente humanas, aquellas conocidas
como habilidades 'blandas', con el pensamiento creativo y analítico como
protagonistas. Aunque la alfabetización digital y la capacidad de manejar
herramientas de IA y big data están cobrando relevancia, la búsqueda de los
empleadores sigue enfocándose en atributos como la curiosidad, la resiliencia,
la adaptabilidad y la agilidad.
De acuerdo con Melamed, estas son habilidades que la
inteligencia artificial, por el momento, no puede suplantar: 'La demanda de
pensamiento creativo y analítico está en auge porque son precisamente estos los
aspectos a los que la tecnología no llega. Aunque la IA es desarrollada por
humanos, no tiene las cualidades que nos hacen únicos. Por eso, vamos hacia un
mundo mucho más humano, donde lo verdaderamente valioso será lo que provenga de
las personas. En el futuro, lo humano será el lujo.'
Profesionales que se reinventen
Casi el 44% de las habilidades de un individuo
necesitarán ser actualizadas en los próximos años para ajustarse a las
transformaciones del mercado laboral, según el mismo estudio. La rapidez con la
que evoluciona la tecnología, combinada con las exigencias del entorno laboral,
requiere que los trabajadores de todos los sectores se preparen para un futuro
incierto.
Particularmente para los estudiantes actuales, serán
esenciales las habilidades analíticas, interpersonales y de interacción con la
tecnología. Estas competencias generales, sin importar la especialidad elegida,
serán cruciales para desenvolverse con éxito en un mundo en constante cambio.
'La humanidad está ingresando a un experimento
inédito a escala planetaria: nunca antes fuimos tantos, nunca antes estuvimos
todos enlazados en una gran red global y nunca antes tuvimos tantos recursos a
disposición. Sin embargo, nunca antes estuvimos tan desprovistos de
instituciones y acuerdos de convivencia relevantes para la época,' afirmó Juan
María Segura, consultor educativo y cofundador del ecosistema Área Beta.
Segura destaca en el debate la urgencia de
modernizar el sistema educativo, lo que a su vez pone en valor las habilidades
cognitivas. 'La necesidad imperiosa de comprender la nueva contemporaneidad y
acordar nuevas pautas de convivencia es lo que impulsa la demanda de mayores
dosis de pensamiento creativo y analítico. La IA se nos presenta como una
herramienta poderosísima que deberemos domesticar,' enfatizó.
La formación continua se ha convertido en un tema
habitual en las conversaciones sobre el futuro laboral. La primera vez que se
abordó este asunto fue en un informe de la consultora McKinsey en 1997, donde
se subrayó la creciente relevancia de las nuevas habilidades. Desde entonces,
la actualización profesional ha pasado a ser un objetivo móvil, con conceptos
como 'upskilling', 'reskilling' y 'deskilling' que se han vuelto comunes en las
conferencias de empleo.
'Los adultos deben asumir la idea de que el
aprendizaje ya no es una fase puntual, sino un proceso continuo. Hoy se puede
trabajar en ese proceso permanente de adecuación profesional sin pagarle a
nadie, sin moverse del hogar, accediendo a cualquier plataforma o repositorio
digital. No hay excusas,' declaró el especialista. Según Melamed, existen seis
'C' fundamentales que deben desarrollarse para seguir siendo competitivo:
conocimiento, curiosidad, creatividad, colaboración, convencimiento y
comunicación. 'Son las competencias necesarias para afrontar un futuro donde la
cooperación y la construcción conjunta serán esenciales.
Vivimos en la era de la 'C', de la colaboración, la
cocreación y la cultura compartida,' manifestó. Por otro lado, De Simone señala
que, en lugar de concentrarse en pequeñas mejoras en las competencias, es
crucial establecer un modelo de aprendizaje continuo desde una edad temprana.
Esto permitirá construir una base sólida de habilidades para formar
profesionales versátiles que puedan cambiar de un campo a otro con facilidad.
'Las habilidades blandas están ganando cada vez más importancia, especialmente la capacidad de colaborar en equipos complejos que pueden incluir, además de seres humanos, inteligencia artificial. Esto exige un alto grado de adaptabilidad. Si bien la especialización seguirá siendo significativa, es probable que los perfiles que tengan la habilidad de pensar a través de diversas disciplinas sean cada vez más requeridos,' argumentó.
A su vez, Meniw sostiene que, debido a la rapidez de
los cambios, un profesional no puede esperar más de entre 3 y 5 años para
renovarse. 'Este es un problema en la región, donde el 47% de los puestos de
trabajo no se pueden cubrir debido a la escasez de especialistas. Algunas
profesiones demandarán un reciclaje más frecuente, cada 1 o 2 años,
especialmente considerando que el conocimiento se duplica cada 12 horas y que
para 2030 lo hará cada 12 minutos. Habilidades transversales como el
pensamiento crítico, la creatividad, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo
serán esenciales para enfrentar esta ola,' concluyó.
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