Dramática situación en Brasil: olor nauseabundo, falta de agua y más de 100 víctimas fatales

Las devastadoras inundaciones que azotan el sur de Brasil han dejado un saldo de más de cien muertos, convirtiéndose en la peor tragedia climática que enfrenta el país. Según el último informe de la Defensa Civil divulgado este miércoles, también se reportan 128 personas desaparecidas.

El estado más afectado es Rio Grande do Sul, limítrofe con Argentina, donde se contabilizan 100 víctimas fatales. Además, en el vecino estado de Santa Catarina se ha registrado un fallecimiento.

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva declaró que estas graves inundaciones son "un aviso para el mundo" y "una factura que le está pasando el planeta" a la humanidad. En un acto donde presentó un paquete de inversiones destinado a áreas de infraestructura y prevención de desastres naturales, afirmó que es crucial detener esta situación a tiempo. El plan de inversión, valuado en 18.300 millones de reales (aproximadamente 3.560 millones de dólares), se llevará a cabo en un total de 532 ciudades brasileñas, con el objetivo de corregir décadas de ocupación desordenada en el país.

En medio de un panorama desolador, con extensas áreas de Rio Grande do Sul inundadas, las autoridades instaron a la población afectada a no regresar a las zonas de riesgo. Las inundaciones fueron desencadenadas por el desborde de ríos debido a las intensas lluvias caídas durante la última semana en toda la región. Además, se advierte sobre la posibilidad de inestabilidad en los terrenos y riesgos para la salud debido a las aguas contaminadas.

Más de 160.000 personas fueron evacuadas de sus hogares en más de 400 municipios afectados, incluida la ciudad de Porto Alegre. Cerca de 100.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas por las inundaciones, con daños económicos que superan los 4.600 millones de reales (alrededor de 908 millones de dólares), según estimaciones de la Confederación Nacional de Municipios.

En Porto Alegre, donde persisten las inundaciones una semana después del inicio de las lluvias, el panorama es desolador. Las operaciones en el puerto se mantienen suspendidas y algunas zonas de la ciudad se han convertido en vertederos. El Instituto Nacional de Meteorología ha emitido alertas de tempestades con intensas lluvias y vientos en la región, previendo que las precipitaciones continúen durante los próximos días.