20/05/2025
El avance vertiginoso de las drogas sintéticas, su bajo costo y la creciente disponibilidad configuran una amenaza global. Francisco Dadic, Director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP), alerta sobre el impacto en la salud, la seguridad y la estructura social.
Por
Dr. Francisco Dadic
Mayo de 2025 - El mundo atraviesa una
crisis tan silenciosa como devastadora: el aumento sostenido del consumo de
drogas sintéticas. Según Francisco
Dadic, Director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública
(FISP), estas sustancias, que abarcan desde opioides sintéticos como el
fentanilo hasta estimulantes, alucinógenos y nuevas sustancias psicoactivas
(NSP) como las catinonas, están revolucionando el mercado ilegal y poniendo en
jaque a los sistemas de salud pública a nivel global.
Una crisis global en números
Según datos
recientes, en 2019 aproximadamente 27 millones de personas consumían
estimulantes de tipo anfetamínico, lo que equivale a 1 de cada 200 personas en
el mundo. Solo ese mismo año, 20 millones consumieron éxtasis. La producción de
estas drogas también ha aumentado significativamente: más del 95% de los
laboratorios descubiertos entre 2015 y 2019 dedicados a estimulantes de tipo
anfetamínico fabricaban metanfetamina, una droga extremadamente potente y
adictiva.
El mercado ilegal
se ha visto modificado por una notable disminución de precios y una mayor
disponibilidad, factores que han hecho que las drogas sintéticas sean más
accesibles para la juventud, un grupo especialmente vulnerable. Esta
accesibilidad, junto con el avance tecnológico, ha generado un aumento
exponencial en la diversidad de sustancias: el número de nuevas sustancias
psicoactivas conocidas se ha sextuplicado desde 2009 y, en 2020, se registraron
1.047 sustancias únicas. Además, cada año surgen más de 500 nuevas drogas
sintéticas, desafiando la capacidad de regulación y respuesta de los gobiernos
y sistemas de salud.
Un dato
preocupante es la evolución en la concentración de sustancias activas. Por
ejemplo, los comprimidos de éxtasis que se venden actualmente suelen contener
más del doble de MDMA en comparación con 2011, pero mantienen precios
similares, incrementando así el riesgo de sobredosis y efectos adversos.
Un desafío para los sistemas de salud y seguridad
Estas drogas
sintéticas impactan no solo la salud individual, sino que también sobrecargan
los servicios de emergencia y generan consecuencias sociales y económicas
profundas. La clandestinidad y rápida evolución química (mediante
modificaciones continuas) dificultan el diagnóstico y tratamiento,
representando un desafío médico sin precedentes.
La globalización
del mercado de las drogas sintéticas exige respuestas coordinadas
internacionalmente. Se hace imprescindible fortalecer la educación pública,
capacitar a los profesionales de la salud y urgencias toxicológicas, y
desarrollar tecnologías para la detección rápida y efectiva de estas
sustancias. Sin embargo, más allá de las respuestas técnicas, es fundamental
abordar las causas estructurales del consumo problemático y construir una
política integral y basada en evidencia científica.
El aumento de las
drogas sintéticas representa uno de los mayores retos contemporáneos en salud
pública. Frente a esta crisis, la comunidad global debe actuar con urgencia
para proteger la salud y el bienestar de millones de personas.
¿Qué podemos hacer como comunidad?
?
Informarse y compartir
información: Difundir los riesgos reales del consumo, especialmente entre los
jóvenes.
? Capacitar a los profesionales: Formar a médicos, personal de emergencias y fuerzas de seguridad para actuar ante sobredosis.
? Apoyar políticas públicas eficaces: Promover leyes y programas de prevención y tratamiento basados en evidencia.
? Fomentar la cooperación internacional: Controlar la producción y el tráfico de forma coordinada.
? Ofrecer tratamiento y acompañamiento: Brindar recursos a quienes enfrentan problemas de consumo y a sus familias.
Las drogas sintéticas representan uno de los desafíos más urgentes y complejos
para la salud pública global. Ante una amenaza que avanza en silencio, el
llamado es claro: actuar ahora, con decisión, cooperación y una mirada
integral.
Sobre FISP
La Fundación
Iberoamericana de Salud Pública (FISP) es una Organización no Gubernamental
sin fines de lucro dedicada a la formación, investigación y divulgación en el
campo de la salud. Ofrece capacitaciones 100% online para profesionales de la
salud, con una doble titulación otorgada por la Fundación y la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Con un equipo docente
compuesto por expertos destacados, FISP ha formado miles de alumnos en diversas
áreas de la salud, promoviendo el acceso a una formación de calidad y
actualizada.
Además de su labor académica, FISP es un multimedio que
produce contenido audiovisual en redes sociales, abordando temas de salud,
bienestar y actualidad. A través de sus programas y entrevistas, la Fundación
busca concientizar y educar a la sociedad sobre la importancia de la salud
pública, brindando información clara y accesible para todos.
Sobre el Dr. Francisco
Dadic
Director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP). Médico y profesor UBA, especialista en Medicina Interna y Toxicología. Diplomado en Adm. de Servicios de Salud. Conferencista, escritor y divulgador científico.
Redes sociales:
LinkedIn: Francisco Dadic
Instagram: toxicologiahoy
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