01/05/2024
A partir de hoy, las compañías petroleras subieron los precios de los combustibles en un 4% con el argumento de la depreciación mensual del peso frente al dólar del 2% y el incremento del precio del barril de petróleo. Esta decisión del 'libre mercado' se tomó a pesar de que el Gobierno de Javier Milei decidió posponer por un mes la actualización del Impuesto a los Combustibles para evitar aumentos más significativos en mayo.
Desde la Casa Rosada, el objetivo es evidente: mantener la sensación de inflación 'en declive'. 'El Poder Ejecutivo Nacional publicará un Decreto en el Boletín Oficial, a través del cual se diferirá la fecha en la que tendrá efecto el aumento correspondiente al Impuesto a los Combustibles. La medida implica que no habrá incremento alguno por dicho concepto en el mes de mayo', señalaba el reciente comunicado del Ministerio de Economía.
El comunicado continuaba: 'A partir de la norma que se publicará en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional definió diferir la actualización correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024. De esta manera, la medida garantiza previsibilidad al sector y establece que no habrá incremento alguno, por dichos conceptos, en el mes de mayo'.
Según el plan previsto, el Gobierno iba a aplicar este miércoles 1° de mayo el último tramo del aumento parcial de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) que se traslada directo al precio del litro de nafta y gasoil. Sin embargo, los precios podrían actualizarse este miércoles, pero menos de lo que estaba previsto, que era un aumento de alrededor del 7,3%.
El último incremento en los combustibles se aplicó a principios de abril y llevó el precio del litro de la nafta súper de YPF a $837 el litro en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Cuáles son las medidas del Gobierno para frenar los aumentos?
Además de contener los aumentos en los combustibles, el Ministerio de Economía decidió posponer los aumentos de tarifas de gas y electricidad que deberían haberse aplicado a partir de mayo.
A partir de este miércoles, debía comenzar a aplicarse la fórmula de actualización mensual de las tarifas de gas y electricidad que el Gobierno diseñó para que los aumentos otorgados no queden rezagados respecto de la inflación.
No obstante, los entes reguladores de ambos servicios, Enargas y ENRE, respectivamente, no publicaron los nuevos cuadros tarifarios a la espera de una definición de Economía.
Los entes reguladores ya tienen calculado cuánto sería el aumento que correspondería a las empresas: 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas.
Economía debía definir si avanzaba con una reducción de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3) en gas y electricidad; si aumentaba el costo que pagan los comercios, industrias y hogares de ingresos altos, y si autorizaba el ajuste mensual de tarifas para las empresas.
Al final, nada de eso sucederá y todo continuará como estaba o peor, ya que la inflación y la depreciación mensual se mantienen al ritmo del 7% y 2% mensual y cada vez más los usuarios residenciales de ingresos bajos y medios demandan más subsidios.
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