08/05/2025
En medio de la danza de técnicos que suenan para asumir en Boca, apareció una figura que sorprendió a más de uno. No vive en Argentina, no fue campeón con el club... pero lo siente como propio. Y desde Europa, ya dejó en claro que las puertas no están cerradas.
Se trata de Daniele De Rossi, exjugador de la Roma y campeón del mundo con Italia en 2006, que tuvo un fugaz paso por Boca en 2019. A pesar de haber jugado apenas siete partidos, su vínculo emocional con el Xeneize quedó intacto.
En una entrevista con The Overlap, De Rossi deslizó una frase que ahora resuena con más fuerza:
'Dejé esa puerta abierta porque quiero volver'.
En ese momento nadie imaginaba que Fernando Gago sería despedido, pero el tiempo hizo lo suyo.
El Consejo de Fútbol analiza nombres. Algunos son conocidos -como Gabriel Milito, el favorito de Riquelme para el Mundial de Clubes- y otros, más terrenales, como Gustavo Quinteros y Cristian Kily González. Pero en los pasillos de La Boca se menciona un cuarto nombre, más silencioso, más lejano... y más inesperado: De Rossi.
Se dice que no es prioridad, pero está en la lista. Su perfil gusta, aunque no hubo contactos formales. Su nombre se coló entre las opciones y desde el club admiten que 'no hay que descartarlo tan rápido'.
De Rossi dirigió hasta septiembre de 2024 a la Roma, donde estuvo al mando en 30 partidos: ganó 14, empató 9 y perdió 7. Incluso le habían renovado el contrato hasta 2027, pero la dirigencia sorprendió con su salida prematura:
'Se tomó para poder retomar con prontitud el camino deseado', informaron desde el club.
Desde entonces, está sin trabajo. Y viendo todos los partidos de Boca, como confesó su exdirigido Leandro Paredes:
'Ya estaba enamorado antes de ir. Ahora, más. Me dice: 'Ayer ganamos' como si todavía estuviera ahí', contó el volante en diálogo con TyC Sports.
Daniele De Rossi no se fue como llegó. Aunque estuvo pocos meses en Boca y no pudo coronarse, su retiro en la Bombonera fue un acto de amor. Hoy, con más experiencia y una banca importante en Europa, se ilusiona con volver. Esta vez, para dar indicaciones desde el banco.
¿Lo llamarán? ¿Se animará Riquelme a apostar por un DT con pasado xeneize y mentalidad europea? Por ahora, silencio. Pero en el Mundo Boca, el misterio está servido.
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