11/05/2025
Las cajas permanecieron ocultas durante 84 años, exponen los esfuerzos del Tercer Reich por influir en Argentina y podrían revelar claves sobre el Holocausto y sus redes financieras.
Un sorprendente descubrimiento en el subsuelo del Palacio de Tribunales, en Buenos Aires, sacó a la luz 83 cajas con material de propaganda nazi enviadas desde Japón en 1941, que permanecieron olvidadas durante 84 años. Las autoridades judiciales, en colaboración con el Museo del Holocausto, iniciaron un inventario para determinar si los documentos aportan datos clave sobre el Holocausto o las redes financieras del nazismo.
Durante los trabajos de reorganización del archivo de la Corte Suprema, en preparación para la creación de su futuro museo, funcionarios judiciales encontraron en el subsuelo del Palacio de Tribunales una serie de cajas de madera que contenían material propagandístico nazi. El hallazgo, ocurrido en abril de 2025, incluye libretas, postales, fotografías y carnés de afiliación al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en el exterior, así como documentos de la Unión Alemana de Gremios, todos destinados a promover la ideología de Adolf Hitler en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El material, que llegó al país el 20 de junio de 1941 a bordo del vapor japonés "Nan-a-Maru", fue incautado por la Aduana tras sospechas sobre su contenido.
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El cargamento, enviado desde la embajada alemana en Tokio y declarado como "elementos de uso personal" para la representación diplomática en Buenos Aires, despertó la atención de la División de Aduanas y Puertos, que alertó al entonces canciller Enrique Ruiz Guiñazú. La Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas, liderada por el diputado Raúl Damonte Taborda, intervino y, el 8 de agosto de 1941, abrió cinco cajas al azar, confirmando la presencia de propaganda nazi. El juez federal Miguel Luciano Jantus ordenó la incautación el 13 de septiembre de 1941, y tres días después, el caso fue remitido a la Corte Suprema por involucrar a un Estado extranjero. Desde entonces, las 83 cajas permanecieron archivadas y olvidadas.
Las cajas permanecieron ocultas durante más de 80 años en Tribunales.
El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, encabezó el pasado 9 de mayo la apertura formal de las cajas en una sala del cuarto piso del Palacio de Tribunals, acondicionada con medidas de seguridad reforzadas. El acto contó con la presencia del Gran Rabino de la AMIA, Eliahu Hamra; el director del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum; la investigadora Marcia Ras; y especialistas en conservación como María de la Paz Podestá. Rosatti dispuso la preservación del material y el inicio de un inventario exhaustivo, un proceso que tomará semanas debido a la fragilidad de los documentos y la necesidad de un análisis cuidadoso.
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La investigación, apoyada por un convenio firmado en marzo pasado entre la Corte, la Asociación de Abogados Judíos de Argentina y la Fundación Memoria del Holocausto, busca determinar si los documentos contienen información relevante sobre el Holocausto, que dejó seis millones de víctimas judías, o sobre la ruta del dinero nazi a nivel global. Según el Centro Simon Wiesenthal, la filial argentina del partido nazi llegó a contar con 12.000 afiliados, y ocho de ellos tenían cuentas en el antecesor del banco Credit Suisse, lo que sugiere posibles vínculos financieros que podrían esclarecerse con este hallazgo.
El descubrimiento destaca la relevancia de Buenos Aires como centro de distribución de propaganda nazi en América Latina durante los años 30 y 40, según conclusiones de la Comisión Investigadora de 1941. Aunque Argentina mantuvo una postura de neutralidad bajo el gobierno de Roberto Ortiz (1938-1942), el material incautado refleja los esfuerzos del Tercer Reich por expandir su influencia en la región. Parte de los documentos podría destinarse al futuro Museo de la Corte Suprema, mientras que otra porción se exhibiría en el Museo del Holocausto, aunque aún no se ha definido su destino final.
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