12/12/2024
La justicia logró identificar al hombre asesinado de tres tiros por la espalda en la madrugada de este jueves en un kiosco ubicado en Paraguay al 2900, en el barrio de Recoleta, Ciudad de Buenos Aires.
Fue identificado como Fabián Sturm Gardon, un ciudadano uruguayo de 42 años con nacionalidad española, quien se fue de su casa por miedo a que lo maten, lo que haría crecer la versión de un ataque sicario.
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Su nombre se dio a conocer luego de que la esposa de la víctima se presentará ante las autoridades y afirmara que su marido 'se había ido de su casa por miedo que lo maten'.
Durante la tarde de este jueves, el fiscal Marcelo Roma, a cargo de la causa, tomará testimonio a la mujer. El mismo será clave ya que la víctima no tiene registro alguno en Argentina.
El hombre fue asesinado de tres tiros en la espalda.
En los videos de seguridad difundidos se pueden observar a dos personas, un hombre y una mujer, que llegaron con el difunto al lugar y huyeron tras el ataque, según los investigadores estos podrían ser los entregadores.
Se trata de la pareja que llegó con Sturm en auto hasta el kiosco y que estacionó en segunda fila, un poco más adelante del Volkswagen Suran del que descendería luego el asesino.
En las imágenes se observa a la víctima bajar del vehículo e ir al kiosco mientras el conductor y su acompañante se quedan en el interior. Tras el horroroso crimen, la pareja avanzó unos metros hasta la esquina y ambos descendieron, observaron de lejos el cuerpo de Sturm y huyeron en el auto.
Mientras los peritos de la Policía Científica trabajan para poder quitar el plomo del teléfono del difunto, que recibió un balazo, sin romper la memoria. Los investigadores también descubrieron que el Volkswagen Suran del que bajó el sicario, quien estaba en el asiento trasero del coche estacionado esperando por la llegada de Sturm, tenía las patentes de un auto que había sido robado en el interior del país.
El dato crucial es que quien robó esas placas no usó guantes, según detallaron las fuentes del caso. Por ello, sospechan que podría haber huellas en el coche violentado, fundamentales para llegar al primer eslabón de la cadena delictiva: el que le proveyó la patente al sicario y, por qué no, el coche.
Al sentir disparos a lo lejos, un efectivo de la Policía de la Ciudad se acercó al lugar rápidamente, una vez allí, constató el cuerpo fallecido del hombre de 42 años y que el homicida ya había escapado del lugar.
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