Este domingo electoral, que abrió la maratón de comicios provinciales hacia las elecciones nacionales de octubre, dejó tres lecciones claras. Primero, los oficialismos locales mantienen su hegemonía, una regla política histórica que solo una crisis profunda puede quebrar, incluso frente a la presión del armado nacional liderado desde el despacho de Karina Milei. Segundo, sin acuerdos políticos, los triunfos contundentes son esquivos. Tercero, el mundo libertario debe ajustar estrategias, entendiendo que sin Javier Milei como candidato, el escenario cambia, un mensaje clave para elecciones como la de Ciudad de Buenos Aires el próximo domingo.
Los resultados de ayer en Salta, Chaco, Jujuy y San Luis reflejaron el ocaso del kirchnerismo, que, liderado por Cristina Fernández de Kirchner, no logró impacto significativo. Esto plantea un dilema para La Libertad Avanza (LLA): mantener a la expresidenta como adversaria principal, tras el fracaso de iniciativas como Ficha Limpia en el Senado, podría no ser la mejor estrategia. Los verdaderos ganadores fueron los líderes locales: Gustavo Saénz, Claudio Poggi, Carlos Sadir y Leandro Zdero, quienes consolidaron su poder.
Salta: una provincia dividida
En Salta, con una participación del 58,75%, el oficialismo de Saénz retuvo 11 de 12 bancas en el Senado provincial y 20 de 30 en la Cámara Baja, asegurando mayorías especiales. Sin embargo, LLA dio el golpe en la capital salteña, el principal centro urbano con el 41% del padrón, obteniendo el 35% de los votos, cinco puntos por encima de la alianza oficialista. En el resto de la provincia, LLA quedó segunda, logrando una banca en el Senado y nueve en Diputados. El justicialismo, intervenido por Cristina, y la UCR quedaron relegados, consolidando a LLA como la única oposición relevante.
Chaco: el poder de los acuerdos
En Chaco, la alianza Chaco Puede + LLA, liderada por el gobernador radical Leandro Zdero, arrasó con el 45,2% de los votos, superando por más de 10 puntos al Frente Chaco Merece Más de Jorge Capitanich (33,6%). La victoria, celebrada como un "batacazo histórico" por Zdero y atribuida al armado de Karina Milei, reflejó la importancia de los acuerdos. Capitanich, tras su segunda derrota consecutiva, denunció una campaña "agresiva" y evidenció la debilidad de un peronismo dividido. La tercera fuerza, Primero Chaco, con un 11,2%, aspira a consolidarse como alternativa para 2027.
Jujuy: el oficialismo aplasta
En Jujuy, el oficialismo de Carlos Sadir (Jujuy Crece) duplicó a LLA (38,6% vs. 20,79%) en la elección para la Legislatura Unicameral, consolidando su hegemonía parlamentaria. LLA, aunque segunda, obtuvo sus primeras bancas y desplazó a un peronismo dividido, que apenas alcanzó el 11%.
San Luis: el regreso de Poggi
En San Luis, con baja participación, el oficialismo de Claudio Poggi (Ahora San Luis) dominó con un 45% frente al 26% del peronismo de Alberto Rodríguez Saá. Poggi ganó en tres de cinco distritos para Diputados y los cuatro escaños en juego en el Senado. LLA, sin lista propia, respaldó a Carlos D'Alessandro (Tercera Posición), que logró un 8,42%, quedando tercera fuerza. El peronismo perdió en todos los distritos municipales.
Lecciones para LLA y el futuro
Los resultados muestran que los acuerdos son clave para el éxito, una lección que no impactará en Ciudad de Buenos Aires, donde LLA, impulsada por Pilar Ramírez y Karina Milei, insiste en competir contra Jorge Macri. En provincia de Buenos Aires, sin embargo, podrían replantearse estrategias. Aunque LLA celebró "batacazos" en Salta y Chaco, los números reflejan que el verdadero poder sigue en manos de los oficialismos provinciales, mientras el kirchnerismo se desvanece como fuerza competitiva.