La reciente iniciativa del gobierno de implementar el autoservicio en las estaciones de combustible ha desatado una fuerte reacción por parte de sindicatos y trabajadores del sector, quienes advierten sobre los riesgos de seguridad y el impacto social que podría acarrear la medida.

El cambio, que busca modernizar la forma en que los usuarios cargan combustible y reducir costos operativos, pone en peligro más de 70.000 puestos de trabajo de los llamados 'playeros' o despachadores de combustible. Estos trabajadores, esenciales en el funcionamiento diario de las estaciones, temen quedarse sin empleo en caso de que se implemente el modelo de autoservicio a nivel nacional.