En cada nuevo destino no busco solo monumentos o postales: busco señales, intuiciones, aromas que despierten memorias. Camino mercados, observo rituales, pruebo sabores que nunca probé y, en silencio, me observo a mí misma cambiando. El viaje me obliga a estar presente. A sentir miedo, entusiasmo, desarraigo y asombro en un mismo día. Y ahí, en ese vaivén, me reconozco.

"Por eso, mis viajes no son vacaciones: son laboratorios. Territorios vivos donde pruebo nuevas formas de habitarme".
"Por eso, mis viajes no son vacaciones: son laboratorios. Territorios vivos donde pruebo nuevas formas de habitarme".

La terapia holística me enseñó que el bienestar es una danza constante entre el cuerpo, la mente y el alma. Y que la creatividad es una forma de medicina. Por eso, mis viajes no son vacaciones: son laboratorios. Territorios vivos donde pruebo nuevas formas de habitarme. Escribo, dibujo, escucho a otros, comparto flores, tarot, conversaciones. Lo holístico no se queda en un consultorio; se expande, se adapta, se transforma. Y se ofrece.

Argentina —con sus propias crisis y reinvenciones— me preparó para esto: para aprender a hacer hogar en mí misma, más allá del lugar. Hoy elijo llevar mi medicina adonde voy, sin que importe el idioma o la geografía. Porque el verdadero destino es siempre el mismo: volver a una misma.

Victoria es creadora del sistema “Florecer en Movimiento” que une terapia floral, movimiento consciente y escritura terapéutica en  https://elpuenteastrologia.com/