La FAO difundió un informe, donde asegura que los precios de los alimetnos en todo el mundo están bajando, pero en Argentina siguen subiendo.

Durante las últimas décadas nuestro país ha vivido un proceso de inflación que no ha bajado de los dos dígitos y que a pesar de las medidas que se han tomado, en su mayoría siempre las mismas, los precios de los alimentos han sido los que más han sufrido los incrementos. La pandemia, la sequía, la guerra entre Rusia y Ucrania y las malas políticas públicas han llevado al gobierno de Alberto Fernández a lidiar con una inflación del más del 100%.

El propio Gobierno ha sostenido en reiteradas ocasiones que la pandemia era la culpable de la inflación en nuestro país, luego la sequía y por último la guerra. Es cierto que el conflicto bélico que incluye la presión de los países más influyentes del mundo ha movido los precios de los combustibles, alimentos y cerrado el crédito internacional. Sin embargo, no es la única causa, ya que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus iniciales en inglés) acaba de publicar un informe dilapidario para nuestro país.

En el documento se sostiene que los precios internacionales de los alimentos de marzo registraron un descenso del 2,1% con respecto a febrero, marcando una tendencia a la baja por 12 meses seguidos, tras haber alcanzado hace un año el nivel más alto de los últimos tiempos cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania. El informe de la FAO cuenta con el análisis de 95 productos básicos tales como la carne, los cereales, las verduras, entre otros.

Sin embargo, la organización destacó que la nueva baja de los precios internacionales está enfocada en los cereales, los aceites vegetales y los productos lácteos. No obstante, durante el mes de marzo los que sí aumentaron fueron los precios del azúcar y la carne. Asimismo, el factor estacional es un punto muy influyente a la hora del informe, ya que hay ciertos productos que por el invierno bajan sus precios por la dificultad de producirlos.

Es el caso del maíz, que cayó un 4,6%, porque se produce en gran cantidad en América del Sur, como también por una producción sin precedentes que tendrá Brasil y la prórroga de exportación mediante el Mar Negro. Otros de los productos que bajaron su precio fueron la cebada, un 6,7%, y el sorgo, un 5,7%, como consecuencia de las dificultades que hay con el trigo, al igual que el arroz, quien también cayó un 3,2%.

Por otra parte, los aceites vegetales bajaron un 3% y cayeron un 47,7% anual, aunque los expertos afirman que la baja en los precios es por la reducción de niveles de producción en Asia sudoriental, debido a las condiciones meteorológicas desfavorables e inundaciones en algunas regiones que son productoras, como también a la escasez mundial de suministros exportables ante la imposición de restricciones temporales a la exportación de Indonesia.

Asimismo, los precios de los lácteos también sufrieron una importante baja que ya alcanzó los 130,3 puntos, un 0,8% de caída mensual y un 10,7% en comparación de marzo de 2022. A su vez, la carne también llegó a unos 113 puntos de baja en total, pero tuvo un leve incremento de 0,8% en relación con febrero y un 5,3% menos que hace un año.

En cuanto a los precios de nuestro país, la situación es todo lo contrario de lo que ocurre en todo el mundo, a pesar de las excusas que pone el presidente sobre la guerra de Rusia y Ucrania. La inflación de febrero fue del 6,6%, según informó el Indec, con una interanual del 102,5%. La medición de los últimos meses que registró el organismo es la más alta de los últimos 32 años.

A pesar de las políticas que se realizaron para mantener los precios controlados, los aumentos continuaron en un 4,9% desde noviembre del año pasado. En cuanto a los alimentos, la carne es uno de los sectores que más aumentos sufrió, llegando el asado a un 28,6%, la carne picada 35%, paleta 33,5% y cuadril 34,3%. A su vez, la naranja sola sufrió un aumento del 72% con respecto del mes de enero.

Por último, los datos que se están manejando para el mes de marzo son aún peores, se estima que la inflación llegaría a un 7% por el empuje de los costos educativos, la indumentaria y calzado, como también los alimentos y los servicios. La Argentina sigue estando fuera de todo libro de economía, ya que mientras el mundo tiene una fuerte baja en los precios de los alimentos, en nuestro país, donde se elaboran muchos de ellos, los precios están por las nubes.