Cuando atravesamos un duelo o una etapa traumática de la vida, nuestro cuerpo somatiza ese dolor. El duelo emocional somete al cuerpo a un estrés intenso, debilitando el sistema inmunitario y aumentando el riesgo de enfermedades. Esto se manifiesta con dolores físicos, trastornos del sueño, problemas digestivos y fatiga extrema. En esencia, el cuerpo reacciona a la pérdida emocional como si fuera una amenaza física.

La conexión entre emoción y postura

Generalmente, cuando estamos tristes, inseguros, o enojados, nuestra postura física tiende a inclinarse hacia adentro, como una expresión de autoconsuelo. Pareciera que el cuerpo dice: “Déjame aquí solo y ya”. Nuestra mente tampoco ayuda, porque el autosabotaje (ya mencionado en otros artículos) encuentra la excusa perfecta para decidir: “Hoy quedémonos en casa” , como un bazar de intercambio perfecto entre excusas y boicot. Y aunque la carga en nuestra espalda sea más gigante que el peso del mundo, debo decirte que es en estas situaciones cuando más debes moverte.

Moverse: una herramienta científica y personal

Desde el punto de vista científico y psicológico, moverte cuando estás triste es importante porque ayuda a liberar hormonas del bienestar como las endorfinas, que mejoran tu ánimo. También reduce las hormonas del estrés como el cortisol y te ayuda a romper el ciclo de pensamientos negativos.

El duelo emocional somete al cuerpo a un estrés intenso, debilita el sistema inmunitario y aumentando el riesgo de enfermedades.
El duelo emocional somete al cuerpo a un estrés intenso, debilita el sistema inmunitario y aumentando el riesgo de enfermedades.

Pero yo te quiero hablar desde mi lado de entrenadora y artista. Cuando estás triste o sientes que el mundo te vence, esos son los mejores momentos que la vida te presenta para hacerte más fuerte. Es tu oportunidad de demostrar cuán capaz eres en tu autosuperación, voluntad, disciplina e interés. Pero, sobre todo, es la gran oportunidad de darte cuenta del poder interno que llevas. Te puedo asegurar que el día que menos ganas tengas de entrenar es el día en que vas a descubrir tu verdadero potencial. Y lo mejor de todo será que vas a sentir que podes con todo: con todo lo que te propongas, planees, y, sobre todo, con ese dolor que te está aplacando.

Y como artista, puedo decirte que los estados de tristeza y soledad nos ayudan a mirar nuestro corazón de cerca, en primera persona, sin ruidos ni intervenciones. La inspiración florece y el alma se nutre en el desarrollo creativo.

Conclusión

Moverte cuando sientes dolor es la acción de la sanación. Es la oportunidad de cambio, es tu gran oferta de transmutación.

“Toma todo tu dolor y conviértelo en arte”.

Macarena Llanir

Directora entrenadora y artista de Roses Studio & Production

IG: @roses.prostudio